Stuttgart.- Más de un millón de
personas salieron hoy a las calles de toda Alemania con banderas
y carteles para seguir ante pantallas gigantes el triunfo
de su selección por 3- 1 sobre la de Portugal en el partido
por el tercer puesto del Mundial de fútbol de Alemania
2006.
Ni siquiera la lluvia que cayó en varias regiones intimidó
a los seguidores del grupo que dirigió el entrenador
Juergen Klinsmann, reseñó DPA.
En Stuttgart, donde se celebró el encuentro, los aficionados
comenzaron a acercarse al centro de la ciudad ya horas antes
del inicio del partido, cubriéndolo todo de banderas
negras, rojas y amarillas. Unos 1.500 personas rodearon el
hotel en que se alojaba el equipo.
En Berlín, cientos de miles de personas se reunieron
en la "milla del aficionado", que se extiende entre el Obelisco
de la Victoria y la Puerta de Brandemburgo. Muchos se acercaron
a la zona ya al mediodía para encontrar un buen sitio
delante de las pantallas de video.
Por la noche, hubo que recurrir a los paraguas. "Estamos
orgullosos de ustedes", podía leerse en un cartel, en
agradecimiento a la selección nacional que tantas pasiones
despertó con su sorprendente actuación en el Mundial.
La policía desplegó unos 6.000 efectivos en la
capital alemana. El martes, cuando Alemania cayó ante
Italia y se deshizo el sueño de jugar la final, ya se
había reunido un millón de personas en el espacio
ubicado sobre la avenida del 17 de junio.
En Stuttgart, en el sur de país, los hinchas cantaban:
"Stuttgart es más bonito que Berlín" y "Klinsi,
debes quedarte". Algunos, incluso, entonaban canciones compuestas
en honor del entrenador, que creció en el barrio de Botnang
de esa ciudad.
Unas dos horas y media antes del silbato inicial de la "pequeña
final", se cerraron los accesos al espacio de "public viewing",
con capacidad para unas 40.000 personas.
En Fráncfort y Núremberg, la lluvia aguó un
poco los festejos e hizo que se reunieran menos personas de
las esperadas.
En Múnich, unas 35.000 personas siguieron en el recinto
olímpico la victoria sobre Portugal, mientras que en
Hamburgo fueron unas 50.000 las que acudieron al prado del
Heiligengeistfeld.