CARACAS, martes 23 de mayo, 2006 | Actualizado hace
Teamgeist
La firma alemana Adidas diseña desde los años 70
los balones que se usan para los Mundiales y año tras
año implementan nuevas tecnológicas para adecuarlos
a los nuevos tiempos tecnológicos.
El Teamgeist fue presentando el pasado 9 de diciembre de
2005 en la ceremonia del sorteo del Mundial, en Leipzig,
Alemania y fue el secreto mejor guardado de la multinacional
hasta su presentación.
Teamgeist, significa "espíritu de equipo" y su
nombre hace referencia al trabajo colectivo, algo tan indispensable
para el éxito en un deporte como el fútbol.
Es el primer balón mundialista sellado térmicamente
y sin costuras, lo que mejora su
aerodinámica y el nivel de rendimiento. Tiene una configuración
de 14 piezas, en vez de las 32 que se utilizaron en los balones
anteriores. Su diseño es un tributo al país anfitrión
y sus tradiciones: el blanco y negro son los colores clásicos
de la selección alemana, y el dorado en los bordes hace
referencia a la copa del campeón.
Adidas calcula que batirá todos los records de venta
y superará por primera vez los diez millones de unidades
vendidas. Hasta ahora, los modelos más exitosos fueron
el Fevernova, del Mundial 2002, y el Roteiro, de la Eurocopa
2004, con seis millones de pelotas vendidas.
Los aztecas innovaron en el 86 con el primer balón sintético;
Francia con la primera pelota a color y Alemania hará
lo propio con una pelota que desde ya ha sido criticada por
los arqueros, quienes consideran que se creó para facilitarles
las cosas a los delanteros no sólo por su novísimo
diseño sino por lo rápido y liviano que resulta
al ser pateada.
Hay
quienes comparan el Teamgeist con el balón fabricado
por la Nike con el que se juega la Copa Libertadores, pero
lo cierto es que el décimo balón que Adidas pone
al servicio del fútbol pasó las pruebas de los seis
laboratorios de la FIFA, quienes examinan minuciosamente el
peso, circunferencia, pérdida de presión de aire,
absorción de agua, rebote y prueba de disparo. Con el
Teamgeist se volverá al tradicional color blanco y negro
que no se usaba desde el Mundial de 1994.
La idea era hacer un balón inteligente con microchips
internos de 15 milímetros que les avisarían a los
árbitros -a través de relojes especiales- si la
pelota traspasaba totalmente la línea de gol. Pero esto
fue sólo una idea, porque la FIFA, anunció que "aún
no es el momento indicado para dar este otro gran paso".
La final del Mundial se jugará con balones dorados,
de 2,2 metros de diámetro y las 32 selecciones
recibirán 15 balones para cada partido. El color dorado
es para exaltar la solemnidad del partido final, ya que se
cumple sólo cada cuatro años.