Berlín.- Cerca de un millón de hinchas alemanes agradecieron  hoy al mediodía el espectáculo entregado durante un mes por la  Mannschaft, tercera del Mundial-2006 de fútbol, en la Puerta de Brandemburgo en  Berlín, que desbordó de alegría como todo el país durante toda la competición.
  
Bajo un sol resplandeciente, los jugadores de Jürgen Klinsmann subieron a  una tribuna montada delante de la célebre Puerta de Brandemburgo, tras arribar  desde Stuttgart, donde la víspera derrotaron 3-1 a Portugal en el partido por  el tercer puesto.
  
A su llegada, la multitud, vestida en la mayoría de los casos con la  camiseta de Alemania, además de portar banderas con los colores negro, rojo y  amarillo, recibió al autobús de los jugadores bajo el grito de "Deutschland,  Deutschland" (Alemania).
  
El centro de la ciudad estuvo cerrado al tráfico para permitir que la  fiesta se desarrolle en absoluto orden, con un marco de 5.000 policías  desplegados para brindar seguridad, reseñó AFP.
  
Los jugadores desfilaron uno por uno y repartiron balones de fútbol a la  multitud, que agradeció por el clima de fiesta que desataron los jugadores  alemanes, comparable únicamente con la que tuvo lugar tras la caída del Muro de  Berlín.
  
Las estrellas del desfile fueron el seleccionador Jürgen Klinsmann, el  arquero Jens Lehmann, y el capitán Michael Ballack, que al igual que el resto  de sus compañeros del plantel y del cuerpo técnico lucieron camisetas con la  inscripción "Danke" (gracias) y el númeor 82, cifra en los millones de  habitantes en Alemania.
 
La gente cubrió completamente los 2,5 km del "Fan-Meile", sitio reservado a  los hinchas durante el torneo para ver los partidos del torneo en pantalla  gigante. A lo largo del torneo, unos ocho millones de hinchas pasaron por ese  lugar.
  
"Les damos la bienvenida a los campeones del mundo del corazón", exclamó el  alcalde de la ciudad, Klaus Wowereit.
  
Klinsmann, convertido en nuevo ídolo nacional en su papel de entrenador  tras soportar ácidas críticas antes del torneo, se declaró "fuertemente  orgulloso" del trabajo realizado por su equipo en Alemania-2006.
  
"Miles, miles, miles de gracias, la hinchada siempre estuvo estupenda",  indicó el ex internacional, campeón mundial en 1990 como jugador.
  
Entre la marea humana había mezclados hinchas italianos y franceses, que  disfrutaron del espectáculo antes de emprender camino hacia el estadio Olímpico  de Berlín, donde este domingo por la noche 18H00 GMT disputarán la final del  Mundial Italia y Francia.