Berlín.- Las entradas para la final
del Mundial de fútbol 2006 entre Italia y Francia, hoy
en el Olympiastadion de Berlín, son muy solicitadas en
los alrededores del coliseo, por lo que cotizaban en el mercado
negro a "un mínimo de 1.400 euros" la unidad.
En la estación de Metro más cercana al estadio,
desde temprano varios aficionados mostraban carteles con la
inscripción "busco una entrada". Un joven japonés
que vestía la camiseta de Francia ofrecía hasta
500 dólares por un ticket.
Hacia las 14H00 locales (12H00 GMT), no quedaba la menor
chance de obtenerla a ese precio y había que desembolsar
"mínimo 1.400", según explicó el francés
Laurent, un ex revendedor a la búsqueda de una entrada
para el partido.
"Recién, unos ingleses compraron a unos franceses cuatro
entradas por 8.000", o sea a 2.000 cada una, señaló
Laurent, quien aseguró haberlo visto en la estación
de Metro. Asimismo, un miembro de la delegación de la
Federación brasileña de fútbol habría
vendido una por 2.200 euros en un gran hotel de la capital.
En los accesos al estadio, como el camino Rossiter Weg, en
medio de los árboles, el mercado es floreciente y, como
es lógico, la mayoría de los clientes potenciales
son italianos y franceses.
Mientras en Internet el precio no superaba los 505 euros
en el sitio de subastas en línea e-Bay, cerca del estadio
Olímpico los precios se disparaban.
"El sábado hubo franceses que rechazaron pagar 1.000
euros y ahora están que se tiran de los pelos", añadió
Laurent, quien apreció las condiciones de venta en Berlín,
dado que en la Eurocopa 2000 intentó practicar la reventa
en Bélgica, pero "había policías por todas
partes, mientras aquí es tranquilo".
Los obstáculos que puso la Federación Internacional
de fútbol (FIFA) a la reventa en el mercado negro, imponiendo
las entradas nominales (con excepción de un número
brindado a los patrocinadores y otras empresas, que portan
los nombres de estos o un número), no han impedido a
algunos hacer muy buenos negocios por estos días.
Horst R. Schmidt, vicepresidente del Comité de
Organización del Mundial (LOC), reconoció el viernes
que existía un mercado negro "para aquéllos que
estén dispuestos a gastar mucho para conseguir una entrada".
Las expresiones "I need a ticket" (necesito una entrada)
o "Do you sell tickets?" (¿usted vende entradas?) se
veían por doquier este domingo.
Un alemán que llegó al estacionamiento del Olympiastadion
de Berlín buscando una entrada, se conformó: "quizás
es demasiado temprano, todavía no he visto a los (integrantes)
de las redes ucraniana y polaca".