Kaiserlautern, Alemania.- Paraguay
se despidió hoy del Mundial de Alemania 2006 con
una victoria por 2-0 sobre Trinidad
y Tobago, que vio así finalizado su sueño de
avanzar a los octavos de final en el Grupo B.
Después de dos partidos sin marcar, los paraguayos lograron
el triunfo gracias a un autogol del triniteño Sancho
en el minuto 25 y un postrero tanto en el minuto 85 de Cuevas.
La incorporación de Julio dos Santos como volante ofensivo,
moviéndose por el flanco izquierdo con libertad para
desplazarse por otros sectores, junto con la de Edgar Barreto
en la derecha del mediocampo, aportó la cuota necesaria
de juego de peligro a los pies del movedizo Nelson Haedo Valdez.
En medio de ellos, Roque Santa Cruz agregó algunos destellos
más de su habilidad, en su lenta recuperación tras
meses de ausencia por lesión de los campos de juego.
El equipo logró sin embargo romper la frustrante "roque-dependencia"
de los partidos anteriores: atacó con o sin Santa Cruz.
Frente a ello, Trinidad y Tobago intentó desde el comienzo
imprimirle el partido el ritmo de sus veloces contraataques,
a partir del juego que repartía Yorke desde el centro
y las escapadas de Glen por la derecha. Durante los primeros
quince minutos, lo lograron, forzando numerosos tiros libres.
Dos de ellos, lanzados por el mismo Yorke, a los 5' y a los
15', obligan al arquero Bobadilla a esforzarse para desviar
la pelota.
Pero Paraguay fue ganando confianza en los nuevos caminos
que se le abrían al arco rival y Trinidad y Tobago a
la vez fue perdiendo cada vez más velocidad, poniendo
en evidencia la ingenuidad futbolística de muchos de
sus jugadores, que perdían pelotas frente a rivales tanto
como frente a la línea lateral.
A los 23, Haedo Valdez le disputó la pelota al arquero
Jack fuera del área y casi se la lleva al arco, a los
24' lanzó Caniza un pelotazo desde la derecha y Haedo
Valdez cabeceó por encima del travesaño.
A los 25 disparó Acuña un tiro libre desde la izquierda,
la peinó con la cabeza Dos Santos dentro del área,
el defensor triniteño Brent Sancho trató de despejar
también de cabeza, pero sólo logró desviarla
en el camino hacia la red dejando descolocado a su portero.
Gol paraguayo, el primero de este Mundial.
El contraataque triniteño ya no logró llegar en
velocidad, se trabó del mediocampo para arriba o se asfixió
contra los laterales.
Trinidad y Tobago pareció no reaccionar ante el resultado
parcial negativo.
Ante la desventaja, y a sabiendas de que en esos mismos momentos
Inglaterra le estaba ganando a Suecia, el entrenador Benhakker
redobló la apuesta, sacó al defensor Avery John
por el delantero Kenwyne Jones.
Sin embargo el cambio no logró desequilibrar el juego
a favor de los triniteños en lo que restó del primer
tiempo. A los 36, el árbitro Rosetti anuló un gol
de Caniza por posición adelantada, sólo un minuto
antes había perdido Haedo Valdez un mano a mano con el
arquero Jack.
A los 38 se lesionó Cornell Glen, al caer mal, los triniteños
perdieron a uno de los pocos jugadores que aportaron riesgo
en el primer tiempo.
En el segundo tiempo volvió a aperecer la velocidad
de los sprinter caribeños. Kenwyne Jones, Stern John
y Carlos Edwards hacieron sufrir en los primeros diez minutos
del complemento a Bobadilla y todo su equipo. Trinidad y Tobago
busca el empate hasta con siete hombres.
Pero los albirrojos lograron al promediar el segundo tiempo
recuperar la pelota al menos hasta el nivel de equilibrar
el manejo del juego. Nelson "Pepino" Cuevas entró por
Haedo Valdez, y suyo fue el segundo gol, el único que
marcó un jugador paraguayo en el Mundial de Alemania
2006.