Kaiserslautern, Alemania.- Trinidad y Tobago
fue eliminada en primera ronda, pero se va satisfecha de su
actuación en su primer mundial.
Y con bastante razón. Lograron un punto frente a un
rival europeo poderoso como Suecia al que dieron más
de un susto y le porfiaron largo rato a Inglaterra.
Los jugadores tienen razones adicionales de satisfacción,
ya que varios están recibiendo ofertas de atractivos
contratos.
El ariete Dwight Yorke reflejó la sensación de
los trinitarios al despedirse tras la derrota 2-0 ante Paraguay
la noche del martes. Yorke llamó a todos sus compañeros
a saludar a los hinchas desde un rincón del campo, en
un ambiente de celebración pese a la derrota.
Los jugadores arrojaron sus camisetas a los alborozados hinchas.
Yorke, ex goleador del Manchester United, fue más allá:
se amarró una toalla a la cintura, y lanzó sus pantalones
a la gradería.
Jugadores e hinchas por igual saboreaban hasta el final el
más que digno debut en un mundial de la diminuta nación
insular caribeña.
"Lo que hemos hecho en este mundial me deja extremadamente
orgulloso", dijo Yorke. "He sido futbolista profesional por
más de 20 años, y jamás olvidaré lo que
ha ocurrido aquí".
En lo deportivo, el mundial mostró también que
los trinitarios tienen mucho que avanzar. Su juego fue abrumadamente
defensivo en todos los partidos.
Sólo en el último encuentro, con Paraguay, demostraron
un poco más de ambición frente al arco rival, pero
sin llegar a concretar en la red. Sus llegadas y tiros al
arco fueron escasísimos.
"Cuando nos clasificamos para este torneo, todos se preguntaban
que haría Trinidad en un mundial", comentó el entrenador
holandés del equipo, Leo Beenhakker. "Fue una gran experiencia.
Lo importante es que en el futuro los jugadores tendrán
mucha más confianza".
"Esta experiencia y la confianza ganada en el mundial harán
que el fútbol gane más nivel en Trinidad y Tobago".