Hamburgo.- Bajo presión, Italia enfrenta
el jueves en Hamburgo (14h00 GMT) a una necesitada República
Checa, que debe ganar este especial partido para su estrella
Pavel Nedved si quiere avanzar a los octavos de final del
Mundial 2006, algo que pueden lograr los italianos con un
empate.
Antes de comenzar la tercera jornada del grupo E, Italia
lidera con cuatro puntos, seguido por Ghana y República
Checa, con tres, y cierra la tabla Estados Unidos, con una
unidad.
A la misma hora y en Nuremberg, Ghana se mide con Estados
Unidos, ambos aún con posibilidades de pasar a octavos.
En caso de igualdad final, los italianos se benefician por
el momento de una mejor diferencia de gol en el grupo (+2
contra +1 para los checos, 0 para los ghaneses y -3 para los
estadounidenses). Sin embargo, un triple empate que deje a
Italia en el segundo puesto trae otras complicaciones en octavos
de final: lo más probable sería enfrentar a Brasil.
Italia es una nación acostumbrada a llegar con la soga
al cuello a la última fecha de sus primeras fases, pero
siempre pasó (5) en los Mundiales, aunque la última
vez que los italianos dependieron de otro resultado para clasificarse,
se quedaron afuera, en la Eurocopa-2004.
Ese feo recuerdo ahora se acentúa con otro temor, que
tienen nombre y apellido: Pavel Nedved, líder de los
semifinalistas de la Eurocopa-2004.
Balón de Oro 2003, el "Rey León" checo, de 32 años,
acaba de consagrarse bicampeón con la Juventus de Turín
y goza del mejor prestigio en la península, pero por
estos días también genera miedo.
"Sabemos que contra los checos un empate nos puede alcanzar,
pero entraremos al campo para ganar", aseguró Andrea
Pirlo, autor de un doblete en la final de la Eurocopa juvenil
de 2000 contra los checos (2-1).
"No es un objetivo inalcanzable", añadió el volante
del AC Milan, mejor jugador de la squadra azzurra por ahora.
República Checa comenzó el Mundial con un concierto
de Rosicky, en el 3-0 a Estados Unidos, pero después
las lesiones y una derrota ante Ghana (0-2) los dejó
al borde del abismo.
El gigante Jan Koller sufre un problema muscular en un muslo
y tampoco estará el suspendido Vratislav Lovkenc, mientras
Milan Baros sigue aún en duda por un dolor en un pie
que lo marginó de los primeros dos partidos de República
Checa.
El defensor Tomas Ujfalusi verá el partido desde la
tribuna porque recibió una tarjeta roja contra Ghana.
Por todo ello, el peso del partido recae en Nedved, que sorprendentemente
juega su primer y último Mundial, aunque él dice
que no quiere una despedida prematura que lo deje con un sabor
amargo en la boca.
El "Rey León" checo, de 33 años, enfrentará
su partido crítico contra los italianos, a quienes conoce
muy bien porque juega en su Serie A hace diez años.
"Tenemos muchos amonestados, muchos suspendidos y muchos
lesionados", indicó la estrella de la Juventus y ex Lazio.
"Será una real batalla, pero estoy determinado a no
abandonar el ámbito internacional de una forma decepcionante.
Necesito al menos pasar la primera fase", comentó un
motivado Nedved.
"'Los italianos sólo necesitan un empate pero su confianza
debe haber bajado después del partido contra los estadounidenses.
Con todas las expectativas y presiones que tienen, debería
darnos la oportunidad que necesitamos", comentó Nedved,
el as de su técnico Karol Karol Bruckner.
Los equipos probables:
República Checa: Cech - Grygera, Kovac, Ronzehnal, Jankulovski
- Pobolrsky, Nedved, Rosicky, Polak - Stajner, Heinz (o Plasil)
Entrenador: Karol Brückner
Italia: Buffon - Zaccardo, Nesta, Cannavaro, Grosso - Camoranesi,
Pirlo, Gattuso, Zambrotta - Totti - Gilardino (o Toni)
Entrenador: Marcello Lippi Arbitro: Benito Archundia
(MEX).