Hannover.- La selección francesa llegó
hoy a Alemania con la tristeza de los jugadores reflejada
en sus rostros, tras dejar en una cama de hospital a su compañero
Djibril Cissé, definitivamente marginado del mundial.
Con rostros sombríos, los jugadores encabezados por
el entrenador Raymond Domenech, tuvieron una sobria recepción
por parte de hinchas franceses y funcionarios locales.
Uno de los últimos en abandonar el avión fue Sidney
Govou, delantero llamado a última hora en reemplazo de
Cissé, quien debió ser operado ayer por la noche
tras sufrir una grave lesión en el partido que Francia
ganó 3-1 a China.
Se cree que Cissé sufrió una fractura, pero no
hay confirmación.
Govou ni siquiera tuvo tiempo de recibir el uniforme de la
delegación. En cambio, vestía una tenida deportiva
que contrastaba con el traje negro que usaban Zinedine Zidane,
Thierry Henry y los otros jugadores.
Henry, el arquero Fabien Barthez y el zaguero Lilian Thuram
se detuvieron a firmar autógrafos, pero ningún jugador
quiso hablar de la situación de Cissé.
Govou, el reemplazante de Cissé, es un rápido delantero
de 26 años que juega para el Lyon.
Antes de viajar, el entrenador Domenech visitó a Cissé
en el hospital.
La prensa francesa informó que el atacante del Liverpool
se fracturó la tibia derecha en un choque con un jugador
chino.
Domenech dijo que la lesión dejó a Cissé fuera
del mundial, pero declinó dar detalles de lo ocurrido
al jugador.
La federación francesa también rehusó dar
detalles de la lesión.
Francia debutará en el mundial el martes enfrentando
a Suiza en el Grupo G, que comparten con Togo y Corea del
Sur.