Múnich.- Pelé y la modelo alemana
Claudia Schiffer brillaron en la inauguración del Mundial
de Alemania, que mezcló tradición y modernidad en
el nuevo estadio de Múnich.
El futurista Allianz Arena, propiedad de los dos principales
clubes de fútbol muniqueses, el 1860 y el Bayern, con
capacidad para 66.000 espectadores e inaugurado a finales
de mayo del año pasado, fue el escenario de la ceremonia
de apertura, como aperitivo del primer partido, que enfrentará
a la selección anfitriona con Costa Rica.
La FIFA decidió invitar a todos los campeones
mundiales vivos, entre los que destacó Pelé -y se
echó se echó de menos a Diego Armando
Maradona-, al igual que el uruguayo Alcides Edgardo Ghiggia,
protagonista en primera persona del "Maracanazo", histórica
final en la que Uruguay derrotó (1-2) a Brasil en el
estadio Maracaná, así como una larga lista de casi
una centena en la que sería injusto dejar de nombrar
a alguien.
La Ceremonia, dirigida por Christian Stueckl, se centró
en la tradición y las costumbres bávaras, al principio;
y acabó con un espectáculo más moderno, con
la actuación del "viejo rockero" alemán Herbert
Groenemeyer, que interpretó el himno del torneo y de
la banda berlinesa de hip-hop Seeed.
El acto arrancó sobre las 16:30 (hora local) con las
voces del Coro de los Toelz Boys, 42 niños vestidos con
el traje de Alemania, y con la entrada en el terreno de juego
de 182 tamborileros bávaros, ataviados con los tradicionales
pantalones de cuero (Lederhosen) antes de que el conductor,
Thomas Gottschalk, uno de los comunicadores más famosos
de Alemania, comenzase la introducción.
Entre los tamborileros se situaron catorce pastores, que
portaban los látigos de cuero con los que otrora defendían
sus rebaños del ataque de lobos y osos, que hicieron
sonar antes del ingreso en el terreno de juego de un estrambótico
coro -precedido por dos niños- que entonó la Novena
Sinfonía de Beethoven mientras un cartel gigante caía
desde el techo dando la bienvenida a todos.
Exactamente 1.441 días después de que Cafú,
capitán de Brasil, levantase la Copa del Mundo en Yokohama
(Japón) después de que su selección derrotase
(2-0) a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón,
el balón comenzó de nuevo a rodar en el mayor evento
deportivo internacional junto a los Juegos Olímpicos.
Y la ceremonia previa al primer partido estuvo a la altura
de las circunstancias.
Uno de los puntos álgidos fue la salida de 150 "Schuhplatters",
los bailarines tradicionales bávaros que palmean sus
muslos, pantorrillas y las suelas de sus zapatos. Cientos
de cencerros sonaron entre las varas de paja de las que salieron
posteriormente bailarines de hip-hop que marcaron el punto
de inflexión del acto en el aspecto cultural y artístico.
Seeed, Groenemeyer y el dúo africano Amadou&Mariam
tomaron el primer plano musical a partir de esos momentos,
en los que Pelé cobró doble protagonismo, al compartir
junto a la más que bella modelo Claudia Schiffer el honor
de subir al escenario la Copa del Mundo que alzará el
ganador el próximo 9 de julio, en Berlín.
Pero el momento más emocionante fue, sin duda, el de
la entrada de los campeones mundiales, que desfilaron por
primera vez en una ceremonia de este tipo, invitados por la
FIFA.
Al mismo tiempo que en las pantallas aparecían las imágenes
de los torneos en los que se proclamaron campeones, hicieron
su entrada los de Inglaterra (1966), Francia (98), Uruguay
(1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986), destacando la ausencia
de Diego Armando Maradona, cuya asistencia había sido
anunciada días atrás por la FIFA.
Entraron después los triples campeones, Italia (1934,
38 y 82) y Alemania (1954, 74 y 90), especialmente vitoreados,
por motivos obvios; para cerrar este laureado desfile los
de Brasil, única 'pentacampeona': 1958, 1962, 1970, 1994
y 2002.
El Presidente de la República Federal de Alemania, Horst
Koehler, flanqueado por el suizo Joseph Blatter, presidente
de la FIFA, y por el alemán Franz Beckenbauer, presidente
del Comité Organizador -y campeón del mundo en el
74, como jugador; y en el 90, como técnico- declaró
inaugurados los Mundiales.
"Saludo a los jugadores que han venido a visitarnos a Alemania.
Bienvenidos a Alemania. Están entre amigos", dijo Koehler,
citando el lema del Mundial.
"Agradezco a la FIFA por depositar su confianza en Alemania",
añadió el Jefe del Estado alemán, que también
quiso mostrar un especial agradecimiento a los voluntarios
y al Kaiser Beckenbauer, muy aplaudido por el público.
"Declaro inaugurados los mundiales de fútbol de Alemania",
concluyó Koehler.
Finalmente, las banderas de los 32 países participantes
entraron en el campo al son de la música en el momento
en el que el público era 'regado' con confeti. Después
de poco más de media hora concluyó una ceremonia
inolvidable que encandiló a un público cuyo entusiasmo
fue creciendo a medida que, por fin, se acercaba la hora del
arranque del torneo más importante del mundo.