Alemania.- Argentina gritó primero
en el "grupo de la muerte" del Mundial, al vencer hoy ajustadamente
a Costa de Marfil por 2-1 en Hamburgo, y embolsarse así
tres puntos vitales para su intención de enterrar los
fantasmas del fracaso de Corea/Japón 2002 y el fortalecimiento
de su sueño de tricampeonato.
La selección albiceleste sacó una luz de diferencia
con los goles conquistados en el primer tiempo por Hernán
Crespo y Javier Saviola, a los 24 y 38 minutos respectivamente.
Didier Drogba le puso incertidumbre al resultado con el gol
del descuento, a ocho minutos del final de un partido disputado
ante 50.000 espectadores en el impecable estadio de la ciudad
portuaria del norte de Alemania.
Fue un duelo de estilos entre una Argentina que prioriza
los toques cortos y el balón al ras, y una Costa de Marfil
que intentó imponer su fortaleza física y su velocidad.
A la postre, la precisión de Riquelme para asistir y
la justeza de Crespo y Saviola para definir, hicieron la diferencia
en el cotejo que abrió el Grupo C mundialista, también
integrado por Holanda y Serbia y Montenegro.
El olfato goleador de Crespo fue el primero en hacerse presente.
A los 24, el delantero del Chelsea, con mucho oficio, forzó
una falta sobre la banda izquierda y se fue a esperar en su
reducto natural, el área. Riquelme cobró la falta
con el guante que tiene en su pie derecho, la pelota rebotó
en la espalda de Didier Drogba, que había saltado con
Gabriel Heinze, y Crespo, sin marca, con un toque de derecha
de pique al suelo, cambió el rebote en gol.
La decisión del entrenador José Pekerman de juntar
en el ataque a Crespo y Javier Saviola empezaba a dar dividendos.
Mucho más cuando a los 38 minutos, Riquelme puso nuevamente
una pelota mágica para la entrada al vacío y en
diagonal del delantero del Sevilla. Arthur Boká quedó
enganchado, y Saviola definió con un toque rápido
y raso ante la salida del portero Jean-Jacques Tizié.
Fue demasiado para Costa de Marfil, que sintió el gol
de Saviola como un segundo disparo en la cabeza y trastabilló
anímicamente. Tres minutos antes, Roberto Abbondanzieri
se había quedado con el balón entre sus piernas
tras un disparo desde corta distancia de Kader Keita, en la
oportunidad más clara para los africanos en todo el primer
tiempo.
El partido empezó con claro dominio de Costa de Marfil.
Durante el primer cuarto de hora, las subidas de Boká
y sobre todo del carrilero Kanga Akalé desequilibraron
el fondo argentino, que no atinaba con las marcas. Con Drogba
conduciendo por todo el frente de ataque y la presión
de los volantes marfileños sobre la salida argentina,
eran los africanos los dueños del partido.
La tendencia empezó a revertirse a los 14 minutos, cuando
Ayala cabeceó al gol un corner de Riquelme. Pareció
que el arquero Tizié la sacó de adentro, y aunque
las protestas de los sudamericanos ante el juez belga Frank
De Bleeckere no dieron resultado, la jugada marcó un
antes y un después en el partido.
Asentado en la seguridad de Ayala en el fondo -le sacó
un par de disparos de gol a Drogba-, la selección albiceleste
fue creciendo, con Esteban Cambiasso y Javier Mascherando
tirando el equipo hacia adelante y un Riquelme que empezó
a meterse definitivamente en el partido y a realizar plenamente
su rol de conductor.
En el segundo tiempo, el dominio de Argentina se acentuó
en los primeros minutos. Maxi Rodríguez, con un remate
de media distancia, y Riquelme con un tiro libre que casi
se cuela por el segundo palo, pudieron ampliar pronto la diferencia,
mientras los hinchas argentinos gritaban ilusionados "volveremos
a ser campeones, como en el 86".
Por entonces, una remontada de Costa de Marfil parecía
depender exclusivamente de algún pelotazo sobre el área
de Abbondanzieri, generalmente muy preanunciados. Sin embargo,
los cambios dispuestos por el entrenador Henri Michel comenzaron
a dar resultado en el último cuarto de hora, y finalmente
Drogba, que sacó a relucir su pólvora tras un centro
desde la izquierda, madrugó a Ayala para poner el 2-1,
a los 82 minutos.
Argentina había ido retrocediendo para apostar definitivamente
al contraataque. Pekerman hizo ingresar a Rodrigo Palacio
por Crespo, para aprovechar la velocidad del hombre de Boca
Juniors, primero, y a Luis González, un volante de traslado
lento, en lugar de Saviola.
Tras el gol de Drogba, Argentina vivió diez minutos
de nerviosismo y relativo sufrimiento. Pero Costa de Marfil
no pudo volver a desenfundar, y los valiosísimos primeros
tres puntos en juego en el grupo denominado "de la muerte",
fueron a parar a los bolsillos argentinos.
Ahora, queda por ver cómo se acomoda todo en el Grupo
C, después de que Holanda y Serbia y Montenegro completen
la primera fecha mañana. Pero Argentina, aun con su bajón
sobre el final del partido, arrancó primero y dio pistas
de que quiere hacerlo mejor que hace cuatro años.