Dortmund.- Alemania logró hoy una victoria
justa y agónica ante Polonia gracias a un gol de Oliver
Neuville en el descuento y, a menos que ocurra una eventualidad
increíble en los partidos restantes del grupo A, se aseguró
prácticamente un puesto entre los 16 mejores de su Mundial.
Los alemanes tuvieron la iniciativa la mayor parte del tiempo
y en su esquema inicial Polonia pareció demasiado prudente
y más preocupada por la necesidad de no perder que por
la urgencia de ganar.
Sin embargo, la primera jugada de peligro fue para Polonia,
ya en el minuto 9, con una llegada de Smolarek tras una combinación
con Maciej Zuravski.
Esa jugada, y otras varias, generaron algunos miedos en los
teutones, pese a que el equipo de Jürgen Klinsmann era
el que más atacaba y el que tenía las posibilidades
más claras, informó Efe.
La primera fue en el minuto 17 y la tuvo Miroslav Klose,
cuyo cabezazo salió desviado tras un gran centro de Philip
Lahm, quien fue un trabajador incansable por la banda izquierda
tanto en ataque como en defensa.
El propio Lahm fue el encargado de hacer las jugadas previas
para las siguientes ocasiones, ambas de Lukas Podolski, y
una de ellas, en el minuto 45, tras una gran combinación
con taconazo incluido de Bastian Schweinsteiger.
Los esfuerzos alemanes no desembocaban en gol y a veces los
polacos se permitían escaramuzas de ataque que obligaba
a Alemania a librar pequeñas batallas defensivas cerca
o en el área de Lehmann.
En el centro del campo había muchos roces y el juego
de ninguno de los dos equipos era fluido y, a medida que pasaban
los minutos y el gol no llegaba, la impaciencia alemana empezaba
a crecer en el campo y en las tribunas.
Klinsmann reaccionó a la situación sacándose
una carta de la manga: la de David Odonkor, ídolo de
la afición local en Dortmund y conocido por su velocidad.
Reemplazó a Arne Friedrich, que jugaba un partido desastroso
en lo ofensivo y era silbado cada vez que tocaba el balón,
Bernd Schneider pasó a ocupar la posición de lateral
derecho y el recién ingresado puso a arder el Westfalenstadion
llevando peligro por la banda derecha en sus primeras intervenciones.
Más que lo hizo objetivamente Odonkor, su ingreso pareció
un revulsivo para Alemana, que con él en el campo tuvo
una fase más agresiva.
Klose, Lahm y Oliver Neuville, que había entrado por
Podolski, tuvieron buenas ocasiones de gol y las escaramuzas
ofensivas polacas habían desaparecido. Al final, ese
trabajo fue premiado y Odonkor, con el centro para el gol
de Neuville, tuvo su parte importante en el tanto de
la victoria.