Nuremberg.- Inglaterra obtuvo hoy una plaza
en los octavos de final de la Copa del Mundo, al batir a la
aguerrida Trinidad y Tobago por 2-0, con un gol de cabeza
de Peter Crouch (83) y un remate franco de Steven Gerrard
(91), ambos en los minutos finales.
Los ingleses sumaron seis unidades y lideran el grupo B,
luego de luchar durante todo el partido con la resistente
defensa caribeña.
Faltaban menos de 32 minutos cuando un "grito" impresionante
de las tribunas fue el preludio a la entrada a la cancha por
primera vez en el Mundial de Wayner Rooney, la esperanza de
gol, reseñó AFP.
Pero a Rooney no le dieron espacios y lo controlaron con
un marcaje severo. En aquellos momentos arreciaban los avances
de Inglaterra, cuyos hombres sentían que ya no había
tiempo que perder y era la hora de definir un pleito más
duro y complicado de lo que se presumía.
Los "Leones" habían tenido a su merced a los bravos
caribeños cuatro veces en los pies de Frank Lampard y
otras dos en los botines de Peter Crouch, todas dentro del
área, pero en cada oportunidad la puntería fue pésima.
En cambio, sorpresivamente, los trinitarios hicieron pasar
en la primera parte un susto tremendo al arquero Paul Robinson,
cuando al conectar Stern John un pase de cabeza, en feroz
embestida, la pelota fue rechazada sobre la línea por
Steven Gerrard.
Hubiese sido un gol histórico y un resultado para dejar
con la boca abierta a cualquiera, pero no tan extraño
para quien veía como los modestos "Soca Warriors" llevaban
dignamente el choque contra un gigante.
Un compacto esquema defensivo habían desplegado para
sujetar lo que sería el aluvión de camisetas blancas,
pero no por eso podían evitar las rápidas acciones
de ataque que se gestaban en los pies de David Beckham y Joe
Cole.
Los pelotazos de Joe Cole al corazón del área o
los pases para el pique de un delantero por los flancos dolían,
lastimaban, generaban zozobra en la defensa caribeña,
casi tanto como cuando entraba él mismo al área.
Pero la precisión de los ingleses al progresar en el
terreno contrastaba con los defectuosos remates a puerta.