Praga/Berlín.- La reiterada expulsión de aficionados checos por parte de las autoridades fronterizas alemanas al llegar al país con motivo del Mundial de fútbol generó hoy una disputa diplomática entre Praga y Berlín.
  
La República Checa envió al gobierno alemán una nota diplomática de protesta contra el proceder de las autoridades fronterizas, aunque las críticas fueron rechazadas de inmediato por el Ministerio del Interior en Berlín.
  
Según un portavoz alemán, las autoridades fronterizas alemanas no impidieron la entrada en el país de ningún aficionado por faltarle el dinero suficiente para costear su estancia, tal y como habían afirmado medios de comunicación checos, reseñó DPA.
  
Por el contrario, el Ministerio del Interior en Berlín afirmó que se prohibió la entrada a cuatro aficionados al considerarlos una amenaza potencial para la seguridad.
  
Tras recibirse dicha respuesta desde la capital alemana, un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores en Praga consideró que dicha explicación es creíble tras haber sido examinada.
  
El diario checo Mlada fronta Dnes había asegurado que se había prohibido la entrada a los aficionados porque no pudieron demostrar que tenían dinero suficiente. Por ello, el gobierno en Praga consideró que dicho comportamiento atenta contra la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea (UE).