Leipzig.- España
aplastó a Ucrania,
llamada a disputarle el primer puesto del grupo H, en un espléndido
debut del equipo de Luis Aragonés, que funcionó
como un reloj y sacó provecho de todos sus recursos.
El conjunto español ofreció su mejor
versión, se ganó un diez en las acciones de estrategia
-hizo tres goles a balón parado- y hundió a Ucrania
casi desde el pitido inicial.
Un córner, una falta, un penalti. Y una exquisitez de
Puyol, culminada por Fernando Torres. Cuatro goles. A España
le salió bien todo, porque el trabajo previo ha sido
muy serio. Nunca ha sido un equipo con éxito a balón
parado. Y ahora lo es.
Xavi sacó un córner de libro, que mandó a
la red Xabi Alonso. Y enseguida, Villa acertó con un
libre directo, eso sí, con la ayuda de Andry Rusol,
quien desvió la trayectoria del balón a Shovkosky.
La suerte, la buena, también es un condimento necesario
en un Mundial. Luis Aragonés no anda mal de fortuna.
Y por eso, España sale revalorizada del primer partido
del Mundial. Hasta el árbitro, por fin, no perjudica
al equipo. Es algo histórico, reseñó Efe.
Tácticamente, España estuvo perfecta. Salió
con autoridad la línea de cuatro atrás para desesperación
de Shevchenko que naufragó el primer tiempo siempre en
fuera de juego. Además, el control del balón, el
argumento primordial de España para soñar con llegar
lejos, fue total y absoluto.
Xavi manda. Todo lo que toca, lo convierte en oro. Lanza
saques de esquina soberbios, templa y da orden. Xabi aparece
aunque puede dar más y Senna es todo un descubrimiento.
Siempre generoso en la ayuda al compañero, recoge todo
lo que queda suelto en la zona de Sergio Ramos y sus movimientos
son modélicos. Siempre aparece bien colocado. Un tipo
inteligente, Senna, quien le va a dar empaque al equipo de
Luis Aragonés.
Ucrania no la vio en el primer tramo. Quedó noqueada
tras el 2-0 de Villa. Y sólo en alguna acción desde
el costado buscó al segundo palo el juego aéreo
de Yezerski. Una pobre imagen, en suma la de este seleccionado.
En la transición, España lo bordó. Fernando
Torres está físicamente enorme. Ha llegado al Mundial
pletórico, con una punta de "velocidad de crucero" impecable.
Sus desmarques de ruptura son fantásticos y dio oxígeno
a Villa, peleón, vertical y directo en su puesta de largo
mundialista.
A los 17 minutos España iba ganando 2-0. Algo inaudito
hasta hoy. Tras el descanso, más vibraciones buenas para
la "furia". Fernando Torres cae derribado por Vaschuk.
Un penalti que si no se pita tampoco pasa nada. Massimo Busacca
lo vio claro. Expulsó al ucraniano y Villa hizo el tercero.
El técnico dio entrada a los 55 minutos a Albelda
y a Raúl. Son dos de sus buques insignia en el equipo
nacional. Los dos cumplieron. Se fueron Villa, notable, y
Xabi Alonso, activo también durante el tiempo que
estuvo en el campo. España siempre jugó con atrevimiento,
segura de sí misma.
Sólo un disparo de Voronin con veneno desde fuera del
área hizo sufrir a Iker. Otro error de Rebrov en el área
fue de lo poco potable de Ucrania. España jugó con
calma, con oficio hasta el final. Con dos bandas de calidad.
Sergio Ramos y Pernía dieron fuste a los costados.
Los dos suben con solvencia. Pernía aporta intensidad,
mete miedo al rival en los golpes francos. Y Ramos es todo
un ejemplo de entrega y protagonista siempre en el juego aéreo.
En defensa y en ataque. Cesc Fábregas, con 19 años,
tuvo sus minutos en la recta final.
En pleno delirio, apareció Puyol. En plan "kaiser",
subió al ataque, hizo una ruleta "marca Zidane" y Torres
resolvió con un tiro certero.
Excelente pinta la que ofreció España. Buena imagen,
buen cartel a la espera de cotas mayores. El ánimo, la
moral de los españoles suben enteros en la grada. Y por
eso, es lógico que se oyera en el estadio un cántico
que seguro va a recorrer Alemania a partir de hoy: "Sí,
sí, sí, nos vamos a Berlín", la ciudad que
albergará la final del campeonato del mundo.