Dortmund.- El entrenador de la selección
de Alemania, Jurgen Klinsmann, señaló tras la derrota
de su equipo por 2-0 en la prolongación de la primera
semifinal del Mundial de fútbol 2006, que "es muy difícil
de digerir la decepción" por la derrota.
"Sufrir dos goles en los últimos minutos de la prolongación
es doloroso. Tenemos que tragarnos esta píldora, pero
los jugadores pueden estar muy orgullosos porque jugaron un
supertorneo", señaló el entrenador, campeón
mundial como jugador en Italia 1990, según publicó
AFP.
El joven técnico, de 41 años de edad, muy criticado
por residir en Los Ángeles (USA), hizo hincapié
en que la "Mannschaft" logró unir a todo el país,
y felicitó al ganador.
"Ellos (los jugadores) pueden estar orgullosos de haber amalgamado
a todo un país detrás suyo. Hay que felicitar a
Italia por su clasificación a la final, pero fue algo
decepcionante porque nosotros también tuvimos ocasiones
para imponernos", lamentó el técnico