Berlín.- Pese a la derrota, no hay
voces críticas. La coincidencia es total en Alemania
para que Juergen Klinsmann siga al frente de la selección
alemana de fútbol y profundice el proyecto de renovación
del fútbol de ese país. Lo apoyan los jugadores,
los directivos, algunos colegas de la Bundesliga y, sobre
todo, los aficionados.
El único que duda y no sabe aún qué hacer
es el protagonista: Juergen Klinsmann. "Déjenme un poco
de tiempo, lo necesito para pensarlo", pide el entrenador,
que lleva dos años dirigiendo la selección, su primer
puesto como entrenador de un equipo.
Un día después de la derrota sufrida ante Italia
en las semifinales del Mundial, la Federación Alemana
de Fútbol (DFB) subrayó su interés de que Klinsmann
continúe con su labor, informó DPA.
"Estamos muy orgullosos del trabajo realizado y el éxito
alcanzado por Klinsmann y su equipo técnico", expresó
hoy el presidente adjunto de la DFB, Gerhard Mayer-Vorfelder,
quien aprovechó para "apurarlo" un poco: "Empezó
algo que aún no terminó, tiene que seguir".
El "Kaiser" Franz Beckenbauer, uno de los que más lo
criticó antes del Mundial, ya fijó su posición:
"Sería lamentable que renunciara. Armó ese equipo,
que tiene mucho futuro, y los jugadores confían en él".
El manager de la selección, el ex internacional Oliver
Bierhoff, encargado de negociar una eventual renovación
de contrato con el entrenador, se expresó en términos
similares, indicando que existe luz verde para la renovación.
"Ya no hay voces críticas en el seno de la federación"
frente al entrenador, dijo. Durante la gestión del ex
goleador se habían multiplicado las críticas, que
sin embargo se llamaron a silencio a raíz de la euforia
que el equipo desató durante el Mundial.
El disenso se había centrado en la negativa de Klinsmann
de abandonar su lugar de residencia en Estados Unidos y radicarse
de nuevo en Alemania, en la extensión del numerosos grupo
de colaboradores que tiene y en los altos costos que generan.
Por un lado, la Federación quiere definiciones rápidas
de cara a los próximos compromisos, que son un amistoso
ante Suecia el 16 de agosto y el comienzo de las eliminatorias
a la Eurocopa 2008 a principios de septiembre.
Pero, según Bierhoff, no hay que apurar la decisión:
"Juergen necesita unos días de descanso, vacaciones que
empezarán después del partido por el tercer puesto
del sábado".
El propio Klinsmann había afirmado poco después
de la derrota contra Italia que no sabía cómo iba
a seguir su carrera: "No lo sé ni yo mismo. Tengo que
reflexionar. Pasaron muchas cosas en los dos últimos
años y es muy difícil decir nada en dos días.
Lo que venga lo pensaré la próxima semana con mi
familia y hablaremos".
El presidente de la federación pidió comprensión
por el tiempo que se quiere tomar el entrenador: "Nadie lo
puede presionar ahora, no tiene sentido".
El contrato con Klinsmann, que asumió el equipo en agosto
de 2004, vence con la finalización del Mundial.