Berlín.- El manager de la selección
alemana, Oliver Bierhoff, cree que si el equipo vigila su
defensa y mantiene un ritmo de juego alto, el encuentro de
semifinales, hoy, contra Italia puede resolverse a favor del
anfitrión.
"Los italianos, hasta ahora, han jugado de forma muy poco
vistosa pero sí efectiva", declaró Bierhoff en una
entrevista que hoy publica el "Süddeutsche Zeitung",
en la que pasa revista a la relación entre los guardametas
Oliver Kahn y Jens Lehman, y la salida del campeonato de Brasil.
Tal como reseña Efe, eespecto al partido contra Italia,
Bierhoff adelantó que la selección deberá prestar
mucha atención a jugadores como Totti, Toni, Gilardino,
Del Piero, Inzaghi e Iaquinta. "No debemos dejar la más
mínima posibilidad", afirmó.
"Tenemos que jugar con disciplina y vigilar nuestra defensa.
Si nuestros delanteros y centrocampistas toman posiciones
defensivas, la defensa no tendría que tener problemas.
Eso pasaría sólo si son atacados de forma frontal
por los centrocampistas contrarios", dijo.
Birhoff reconoció que Italia no será un rival fácil
y reveló que si Alemania llega a la final, hubiera preferido
un encuentro contra Brasil en vez de contra Italia o Francia,
"dos equipos que han crecido muchísimo durante el torneo".
"A medida que avanzaba el Mundial hemos visto que Brasil
no era el equipo que todos creían", opinó Birhoff
y añadió que la selección canarinha necesita
"un cambio generacional".
"Brasil pide un cambio generacional, pero no se hace. Y eso
que Cicinho y Robinho fueron mejores que Cafu y Ronaldo",
señaló.
Birhoff se refirió al cambio generacional que se ha
producido en la portería alemana para elogiar la actitud
y profesionalidad de Kahn, quien a pesar de haberle sido arrebatado
el número 1 se comporta como tal, dentro y fuera del
campo
"No creo que Kahn y Lehmann desarrollen una relación
de amistad, pero si profesional. Sé por propia experiencia
el trabajo y la disciplina que requiere un comportamiento
como el que Kahn está teniendo. El es grande, en el campo
y en los vestuarios", subrayó.
Agregó que: "Kahn percibe la necesidad que tiene el
equipo de su apoyo y sabe que el Mundial no ha acabado. Lehmann,
por otra parte, es consciente de que Oliver no está del
todo relajado y de que no reza por él cada noche. La
tensión y la concentración es, en ambos casos, muy
alta".