Dortmund.- Brasil avanzó hoy, con récord
incluido, a los cuartos de final del Mundial de fútbol
de Alemania 2006 tras golearpor 3-0 a Ghana, y disputará
el pase a semifinales ante el ganador del choque de esta tarde
entre Francia y España.
Con un gol de Ronaldo en el minuto 5, otro de Adriano al
borde del descanso y uno de Ze Roberto a los 84', Brasil firmó
un triunfo efectivo que le sirve para seguir cumpliendo con
el objetivo, pero que deja dos graves problemas abiertos para
el futuro inmediato: el primero, es que si los ghaneses tuvieran
tanta puntería como entusiasmo habrían puesto en
aprietos al campeón mundial, y el segundo es que Ronaldinho
está simplemente desaparecido.
Los ghaneses no se habían acomodado aún en el impresionante
Westfalenstadion y fueron meros espectadores de un momento
histórico. Kaká pasó en profundidad, Ronaldo
rompió el fuera de juego, regateó a Kingson y marcó
a puerta vacía su decimoquinto gol en un Mundial.
Era el tanto con el que superaba al alemán Gerd Müeller
como el máximo goleador en la historia de los mundiales.
Lo celebró abrazado a todos sus compañeros y con
la misma sonrisa de sus mejores tiempos, reseñó
DPA.
Los brasileños parecía que iban a comerse a Ghana,
y a punto estuvo de hacerlo si Adriano hubiese visto a Ronaldo
solo en el segundo palo en el minuto 13. El ariete del Inter
intentó un regate para el que su físico no está
preparado y se dejó caer dentro del área. Se ganó
la amarilla por simular, pero bien podría haber sido
por egoísta.
Pero Ghana, ya sin nervios, se apoderó de la pelota
e, increíblemente, encerró en su campo a Brasil.
El empuje africano les llevó a disparar hasta en siete
ocasiones a gol, pero sin éxito.
Unas veces fue su imprecisión, otras la experiencia
de los defensas brasileños para estorbar en el último
instante, y en el minuto 42 fue la suerte: Mensah cabeceó
a un metro y medio de la portería y el balón rebotó
en la pierna de Dida.
Y entonces llegó el mazazo. Adriano culminó con
la rodilla una rápida combinación que inició
Lucio, siguió Kaká y centró Cafú en el
minuto 46. Fue el gol 200 de Brasil en los mundiales, pero
el hito quedó manchado, porque el "Imperatore" estaba
en fuera de juego.
Los 65.000 espectadores, a excepción de los 10.000 brasileños,
silbaron el tanto, y arreciaron a partir de entonces los gritos
de "Ghana, Ghana". Los "neutrales" alemanes amaron hasta ahora
a Brasil, pero ahora que sueñan con el título para
su selección quieren a todos los enemigos fuera cuanto
antes.
El panorama no cambió en el segundo tiempo. Ghana dominó
el juego, pero siguió enviando remates a la tribuna y
enredada en la madeja de los "destructores" brasileños
Lucio, Juan, Zé Roberto y Emerson, quien con problemas
físicos dejó su puesto en el descanso a Gilberto
Silva.
La verdeamarela siguió sesteando, y en el minuto 61
su técnico, Carlos Alberto Parreira, sustituyó a
Adriano, nulo antes y después del gol, para dar entrada
a Juninho y adelantar a Ronaldinho junto a Ronaldo. Pero ni
así salió algo semejante a la magia que se presupone
a los brasileños.
Cuando el partido ya moría y los ghaneses estaban volcados
en busca de al menos un gol por el orgullo, el público
tuvo una nueva ocasión de mostrar su disgusto. Gyan se
dejó caer dentro del área y el árbitro eslovaco
Lubos Michel le mostró la segunda amarilla.
Un medio sombrero tras un pase en profundidad de Ricardinho
sorprendió a toda la defensa africana y permitió
el 3-0 de Ze Roberto a los 84'.
Y Cafú, pleno de egoísmo, impidió en el final
el primer gol del Mundial para Ronaldinho, solo frente al
arco. El lateral prefirió buscar su gloria personal tras
penetrar en una subida por la derecha, pero sólo logró
que el portero se luciera.
Brasil tiene aún un largo camino futbolístico por
delante. Su victoria fue justa, aunque los silbidos de la
tribuna tenían mucho más significado: Brasil venció,
pero Ghana conquistó.