Hannóver.- La plantilla de España concluyó hoy su puesta a punto con miras al choque de campanillas ante Francia con un  partidillo intenso, jugado a toda vela, sin pausa y a gran velocidad, con el  delantero Raúl y el volante Cesc Fábregas en el equipo titular.
  
El seleccionador Luis Aragonés había admitido de hecho al mediodía que los dos cambios que se observaban en los adiestramientos eran un  hecho.
  
Las variantes en el tablero consistían en la salida del volante Luis García  y del hispano-brasileño Marcos Senna, respecto de la escuadra que empezó los  dos primeros choques de la primera rueda (victorias contra Ucrania 4-0 y Túnez  3-1), reseñó AFP.
  
Aragonés llevó a sus hombres a pisar el césped del estadio de Hannóver,  donde mañana librará un super clásico europeo ante los franceses, en donde  estará en juego de vida o muerte la clasificación para los cuartos de final.
  
El partidillo se inició con luz diurna en una jornada calurosa, en la que  el termómetro tocó casi los 30 grados, y terminó con iluminación artificial, en  el imponente escenario vacío, salvo algunos periodistas y personal de  seguridad.
  
Desde lo más alto del estadio se escuchaban con nitidez los gritos de los  jugadores pidiéndose el balón o avisándose de la presencia de algún adversario  que estaba por quitárselo.
  
El Sabio de Hortaleza dispuso que la práctica se disputara con los arcos  móviles instalados a una distancia de 50 metros entre sí, lo que forzó a los  hispánicos a moverse en espacios reducidos.
  
Aragonés integró desde el pitazo inicial a Iker Casillas, Sergio Ramos,  Pablo, Carles Puyol, Mariano Pernía, Cesc Fábregas, Xabi Alonso, Xavi, Raúl,  Fernando Torres y David Villa.
  
El "Niño"Torres y Villa marcaron goles, pero los suplentes le dieron buen  trabajo y varias veces tomaron el control del balón y de las acciones.
  
Los españoles jugaron así 45 minutos sin tregua, cuidándose sí de las  lesiones, pero con notable intensidad pese a que faltaban 24 horas para el  encuentro.
  
Raúl intentó armar algunas jugadas ofensivas profundas, pero ni Torres ni  Villa se mostraron inspirados.
  
La tarea se completó con ejercicios de estiramiento y luego la marcha de  regreso al hotel donde quedarán concentrados hasta la hora del partido en el  que España se juega otro desafío histórico, el de quebrar una mala racha.