Munich.- El entrenador brasileño Carlos
Alberto Parreira acudió al reino animal para encontrar
una metáfora que justifique la preocupación que
tiene la comisión técnica y los jugadores de Brasil
por su similar de Australia, rival para la segunda presentación
de mañana en el estadio Allianz Arena, de Munich.
"Es como la pelea de un oso y un caimán. ¿Quién
gana?", se preguntó Parreira, dejando unos segundos de
silencio para aumentar el suspenso. "Depende", agregó,
creando aún más incertidumbre.
"Si fuese en el agua ganaría el caimán. Si fuese
en tierra, ganaría el oso", añadió hoy el entrenador,
en la rueda de prensa posterior al reconocimiento del campo
donde se jugará el encuentro.
Parreira utiliza todos los recursos del idioma para explicar
que, si su equipo cae en la "artimaña" australiana, hasta
podría perder el partido. Y, por el contrario, si Brasil
consigue rápidos intercambios de balón y mucha movilidad,
será Australia quien tenga problemas.
"El fútbol australiano no es el número uno del
mundo como el de Brasil, no?" se pregunta el marcador lateral
brasileño Roberto Carlos, el primer jugador del equipo
en hacer comparaciones entre los dos equipos en el escalafón
de FIFA y en los mundiales.
Parreira insiste en que Brasil necesita imponer su juego.
Quiere tener la iniciativa, el balón dominado, velocidad
y movilidad, reseñó Reuters.
"Mi objetivo es que los jugadores actúen como equipo.
Si conseguimos eso, vamos a dar un gran paso", asegura el
técnico, dando a entender que espera conseguir otra victoria
y casi asegurar la clasificación a los octavos de final.
El entrenador considera que Australia dispondrá una
marcación más fuerte que la que mostró Croacia,
por lo que espera un partido más difícil que el
primero, que su equipo ganó por 1-0.
Según Parreira, además de no tener el peso del
estreno, Brasil tampoco tendrá el peso del favoritismo.
Elogiando al equipo del entrenador argentino José Pekerman,
el carioca, de 63 años, calificó la actuación
de la selección argentina de inobjetable, de alta calidad
técnica y con goles bellísimos.
Considera que el gol convertido por el mediocampista Esteban
Cambiasso, el segundo de la aplastante victoria argentina
por 6-0 sobre Serbia y Montenegro, es el más bonito del
mundial hasta ahora.
"Argentina llegó aquí callada, discreta, sin presión.
Hizo todo bien. Pero ahora eso cambia. Después de este
partido ellos pasan a ser los favoritos", concluyó el
entrenador del ex cuco del Mundial, Brasil.