Kaiserslaurtern.- Italia empató hoy
1-1 ante Estados Unidos en un partido llenos de incidencias,
en el que hubo hasta tres expulsiones, y dejó abierto
el Grupo E del Mundial de Alemania 2006, que no se decidirá
hasta la última jornada.
Los italianos se adelantaron en el marcador a los 22 minutos
por medio de Alberto Gilardino, pero el rival empató
poco después por un autogol de Cristian Zaccardo. Italia
es primera de grupo con cuatro puntos, pero no tiene asegurada
el pase a octavos.
República Checa, que se enfrenta a los Azzurri en Hamburgo
el jueves 22, tiene tres puntos, los mismos que Ghana. Los
estadounidenses, que juegan el mismo día ante los africanos,
conservan opciones de clasificación pese a que sólo
tienen un punto, reseñó DPA.
El partido tuvo tres expulsiones decretadas por el uruguayo
Jorge Larrionda, dos al equipo norteamericano y una al italiano.
Las primeras posibilidades las gozó el equipo estadounidense,
pero los remates de Bobby Convey y Clint Dempsey salieron
desviados.
En su primer arribo al área rival, Italia consiguió
el gol. Estados Unidos ya había cometido varias infracciones,
pero la Azzurra aprovechó una de ellas a los 22 minutos:
centro de Andrea Pirlo, cabezazo de Alberto Gilardino y agitación
de redes. Era el 1-0 para Italia.
Sin embargo, a los 27 minutos Estados Unidos se encontró
con un increíble empate cuando el defensor Cristian Zaccardo
quiso despejar el balón de zurda y la incrustó en
su propia meta.
Las cosas se complicaron aún más para el equipo
de Marcelo Lippi sesenta segundos después, cuando el
árbitro expulsó correctamente al mediocampista Daniele
De Rossi por pegarle un codazo a Brian McBride.
El control de la pelota pasó a ser propiedad exclusiva
de los norteamericanos, por lo que Lippi debió reemplazar
a Francesco Totti por un volante de contención, Gennaro
Gatusso.
La gran posibilidad de Estados Unidos para retirarse vencedor
al descanso la generó Pablo Mastroeni -nacido en Argentina-
con un lejano disparo que voló apenas arriba del travesaño
del arco de Buffon a los 41 minutos.
Sin embargo, el partido todavía guardaba muchas sorpresas.
Tres minutos después, el mismo Mastroeni fue expulsado
por una violenta entrada a Andrea Pirlo. Tras la reanudación,
el choque dio otro bandazo: al minuto de juego, Eddie Pope
vio la segunda tarjeta amarilla y dejó a los estadounidenses
con nueve hombres.
El equipo europeo estuvo a punto de conseguir nuevamente
la ventaja en el marcador a los 53' cuando el defensor norteamericano
Carlos Bocanegra casi marca un autogol, tras un centro impulsado
por Andrea Pirlo, el jugador con más claridad del equipo
italiano.
Para aprovechar la ventaja numérica en el campo, Lippi
metió en la cancha a un delantero, Alessandro Del Piero,
en reemplazo de un defensa, Zaccardo. Así, Italia intentaba
ejercer un dominio abrumador, mientras a Estados Unidos sólo
le quedaban dos recursos ofensivos: el remate de media distancia
y el contragolpe.
Tras una magistral asistencia de Donovan, McBride tuvo una
buena oportunidad en el minuto 63' para poner en ventaja al
equipo norteamericano, pero disparó desviado. Y en la
siguiente acción, le anularon un gol a DaMarcus Beasley
por fuera de juego de McBride, quien no participó directamente
en la jugada.
Italia tuvo también su posibilidad a los 68', pero el
remate de Gianluca Zambrotta salió apenas al costado
del poste. Y después, el arquero Kasey Keller tapó
en forma extraordinaria un tiro a Del Piero, quien había
sido magníficamente habilitado por Pirlo.
Con 19 hombres sobre el campo, los espacios eran enormes
y en los últimos minutos, con los jugadores cansados,
el encuentro adquirió una gran emoción, con ambos
equipos desperdiciando opciones para quedarse con el triunfo.
Al final, 1-1 y todo abierto para la última jornada.
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