Billerbeck, Alemania.- Un día después
de sufrir una soberana paliza ante Argentina, el técnico
de Serbia y Montenegro Ilia Petkovic anunció hoy que
renunciará al puesto tras la Copa Mundial.
"Renuncio apenas regresé al país", confirmó
Petkovic a la AP.
La derrota del viernes ante Argentina pasó a los anales
de la selección como la más humillante en su trayectoria
en los mundiales.
Petkovic no será el único en despedirse de la selección.
El capitán Savo Milosevic, el defensor Mladen Krstajic
y el volante Predrag Djordjevic habían anunciado sus
retiros desde antes de Alemania 2006.
El equipo serbio encajó solo un gol en 10 partidos de
las eliminatorias, pero le han marcado siete en dos fechas
del Grupo C ante Holanda y Argentina. Todavía les queda
el partido con Costa de Marfil, el 21 de junio, pero ya están
eliminados.
La debacle en Gelsenkirchen fue la peor de Serbia o la ex
Yugoslavia en mundiales desde un 6-1 en contra ante Uruguay,
en las semifinales de la primera edición en 1930.
Este es el décimo mundial del equipo serbio, pero el
primero y último bajo la denominación de Serbia
y Montenegro. Tras un referendo el mes pasado, Montenegro
declaró su independencia.
Petkovic dijo que la derrota ante Argentina "dolió mucho,
pero que el fútbol sigue". Si bien tachó de "debacle"
el revés, el entrenador cargó contra los "estrategas"
en Serbia que le reprocharon su esquema defensivo en el mundial.
Se lamentó de haber "renunciado a mis principios", al
salir con un planteo muy ofensivo ante Argentina.
Serbia llegó en crisis al partido, con lesiones de varios
jugadores importantes, reclamos de los jugadores por las tácticas
del técnico y rencillas entre integrantes del plantel.
Petkovic reconoció que "el ambiente dentro del equipo
no fue bueno, como siempre pasa cuando se pierde". La división
del país también contribuyó a la eliminación,
señaló.
"Todas las selecciones entonaron sus himnos, pero el nuestro
fue abucheado", dijo Petokovic. "Así cuesta jugar".
Los seguidores serbios detestan el himno que data del régimen
comunista y prefieren abuchearlo.