Buehlertal.- El seleccionador de Inglaterra,
Sven Goran Eriksson, pidió hoy que Wayne Rooney ''no
sea destruido'' tras su expulsión en el partido contra
Portugal porque ''es el chico de oro del fútbol inglés''.
La petición del técnico sueco iba dirigida tanto
a los medios de comunicación británicos, que vierten
hoy severas críticas contra Rooney, como a los aficionados,
reseñó Efe.
''Ustedes, mucho más que yo, necesitan a Wayne para
los próximos años. Por eso, tengan cuidado. Es el
chico de oro del fútbol inglés. No lo destruyan,
se lo ruego, porque le necesitan'', declaró Eriksson
hoy, cuando se despide del cargo.
Rooney fue expulsado en el minuto 62 del choque de cuartos
de final contra Portugal con tarjeta roja directa tras dar
un pisotón al portugués Ricardo Carvalho y escupir
a Cristiano Ronaldo.
Durante casi una hora, ya que hubo prórroga, Inglaterra
jugó con un hombre menos y el partido se resolvió
en la tanda de penales a favor de Portugal (3-1).
Eriksson manifestó que habló con Rooney después
del partido y que el jugador le dijo que no tenía ''ninguna
intención'' de hacerle daño a Carvalho.
Por el contrario, el árbitro (el argentino Horacio Elizondo)
comunicó a Eriksson al final del partido que estaba ''seguro
al cien por ciento, incluso más, de que era un caso de
tarjeta roja''.
''(El árbitro) me dijo que (Rooney) había golpeado
al otro jugador y me dijo exactamente donde le había
golpeado. Por eso no pude reclamar nada'', relató Eriksson
sobre el incidente.
El técnico sueco expresó su deseo de que Rooney
no sea vilipendiado como lo fue David Beckham cuando fue expulsado
en el Mundial de Francia'98 contra Argentina.
''Roone es un jugador fantástico y si hizo eso con intención
o sin ella, hay que dejarlo ahí. El equipo lo necesita
para la fase de clasificación de la Eurocopa y lo necesita
para ganar la Eurocopa 2008. Él tiene su temperamento
pero no tengo ninguna animosidad contra él y ustedes
tampoco deberían tenerla'', dijo.
La grave lesión que sufrió Rooney en abril, que
le impidió llegar en buena forma al comienzo del Mundial,
pudo ser la causa, a juicio de Eriksson, de que el jugador
haya sentido una gran presión.
''Creo que la presión que se impuso él mismo fue
la que le hizo perder sus toques de oro porque llevaba un
tiempo sin jugar, pero yo le digo: no te culpes por ello,
es normal'', afirmó Eriksson.