Roma.- El seleccionador nacional de fútbol
de Italia, Marcello Lippi, decidió abandonar la Squadra
Azzurra tres días después de coronarse campeona
del mundo en Alemania, anunció hoy su federación
nacional.
''Considero que mi misión al frente de la selección
nacional ha terminado'', declaró Lippi en un comunicado
difundido por la Federación Italiana de Fútbol.
El entrenador, de 58 años, confirmó así la
decisión presentida durante el Mundial y que concluye,
según él, ''una extraordinaria experiencia profesional
y humana, vivida al frente de un grupo excepcional de jugadores
y con la colaboración de un equipo de gran calidad''.
''Lippi me comunicó durante la primera fase (del Mundial)
que no tenía ningún compromiso para su futuro profesional
y que había decidido, cualquiera que fuera el resultado
en la competición, abandonar su puesto al final de su
contrato'', explicó el vicepresidente de la federación,
Giancarlo Abete.
Sin embargo, el lunes, al día siguiente de ganar la
Copa del Mundo ante Francia en una final decidida en la tanda
de penales (1-1, 5-3), Lippi dijo que tenía ''la intención
de permanecer en el puesto''.
''Quiero dar las gracias a la Federación por la confianza
que me otorgó durante estos dos años de trabajo,
coronados por un resultado que quedará en la historia
del fútbol italiano y en el corazón de todos los
seguidores'', dijo hoy el técnico.
El timonel, quien fue nombrado seleccionador en julio del
año 2004 en sustitución de Giovanni Trapattoni,
fue cuestionado por su presunta implicación en el amaño
de la competición nacional, investigado por las autoridades,
reseñó AFP.
De hecho, Lippi declaró ante un tribunal de Roma a finales
de mayo sobre si cedió a presiones por el ex director
general de la Juventus de Turín, Luciano Moggi, para
dar preferencia en la selección a jugadores representados
por GEA World, la sociedad de representación dirigida
por Alessandro Moggi, hijo de Luciano.
Lippi fue entrenador del club turinés en el centro de
ese escándalo en dos épocas (1994-1999 y 2001-2004)
bajo la dirección de Moggi, considerado cerebro de esa
red de corrupción. Además, Davide Lippi, hijo suyo,
también figura en esa trama.
El toscano deja la selección con un balance de 15 victorias,
diez empates y una derrota.
En el Mundial, sus decisiones fueron determinantes para el
éxito del equipo, especialmente en la semifinal ante
Alemania, cuando alineó a un mediocampista ofensivo y
tres atacantes en la prórroga, lo que permitió la
victoria por 2-0.
Los medios italianos especulan desde hace varios días
sobre quién le sucederá, y entre los nombres más
citados están los de los ex futbolistas Roberto Donadoni
y Gianluca Vialli, o el del entrenador Alberto Zaccheroni.