Buenos Aires.- El árbitro argentino
Horacio Elizondo, que dirigió la final del mundial entre
Francia e Italia, aseguró que no le tembló el pulso
para expulsar al francés Zinedine Zidane por el cabezazo
contra el italiano Marco Materazzi.
Elizondo, que retornó a su país proveniente de
Alemania, admitió que no escuchó el diálogo
previo entre ambos jugadores ni vio la agresión.
"El diálogo entre Zidane y Materazzi no lo escuché",
dijo el árbitro a periodistas. "Si se dijo algo, seguramente
se podrá determinar con el video. Sin embargo, esto no
justifica la reacción del jugador (por Zidane)".
También reconoció que fue su compatriota y juez
de línea Darío García, quien le informó
lo sucedido luego de que éste fuera alertado por el cuarto
árbitro, el español Luis Medina Cantalejo.
Zidane vio la roja a 10 minutos del final del tiempo reglamentario
tras un cabezazo al pecho de Materazzi.
Elizondo, el primer árbitro argentino en dirigir la
final del mundial y el primero de la historia en abrir y cerrar
el certamen, sostuvo que no le "pesó" expulsar al astro
francés, que jugaba su último partido.
"Uno tiene que estar preparado para dirigir a dos equipos
con distintas camisetas. Uno está preparado para no ser
influenciado", afirmó, según AP.
Elizondo, de 42 años, opinó que el nivel del arbitraje
en Alemania fue muy superior al de Corea y Japón 2002
y se mostró a favor de la propuesta del presidente de
la FIFA, Joseph Blatter, para que los árbitros tengan
dedicación exclusiva.
"Se dio un paso muy importante con relación al mundial
anterior. Me parece que la FIFA se dio cuenta que si profesionaliza
el arbitraje a nivel mundial, el rendimiento de los árbitros
será mucho mejor", sostuvo.
Por otra parte, Elizondo reconoció que está cerca
del retiro y que en el futuro le gustaría compartir sus
conocimientos a las futuras generaciones de árbitros.
"Mis objetivos en el arbitraje están cumplidos. Va llegando
la hora de empezar a enseñar lo que aprendí. Hay
que irse por la puerta grande y darle paso a los jóvenes",
concluyó.