Duisburgo, Alemania.- Alberto Gilardino,
de momento el único delantero fijo en la selección
italiana en Alemania 2006, ha mostrado su confianza en el
equipo ante el partido de octavos ante Australia, pero ha
querido dejar claro que no deben pensar que ya están
en la siguiente ronda.
"Está claro que por delante tenemos un camino alentador,
que tenemos calidad para llegar a lo máximo, pero vayamos
paso a paso. Ante Australia no debemos cometer el error de
pensar que ya estamos en los cuartos de final; seguramente
no caeremos en esta presunción", apuntó Gilardino
según Efe.
El delantero milanista, pese a no llegar de una buena campaña
en el que ha sido su primer año en el Milán, está
gozando de la total confianza del seleccionador Marcello Lippi,
quien le ha puesto de inicio en los tres encuentros hasta
ahora jugados, donde ha anotado un tanto.
"La confianza de Lippi me satisface de forma particular,
pues quiere decir que confía en mí. Pero no creo
ser intocable. El seleccionador me ha dado confianza he incluso
cuando no he jugado, caso de Escocia, ha tenido palabras de
aliento conmigo, me ha dicho que me viniera abajo y de seguir
trabajando", opina el atacante.
Gilardino, habituado a jugar en sus tiempos del Parma solo
en ataque y en el Milán con otro delantero al lado, dice
no tener problemas para adaptarse a ambos esquemas. El último
fue el que puso Lippi ante Ghana y los Estados Unidos, el
primero con el que jugó ante la República Checa.
"Se puede cambiar de esquema en curso. Lo hemos hecho aquí
y no hay problema. No se aún como nos dirá Lippi
que juguemos ante Australia", apunta.
Tampoco Gilardino tiene problema por jugar al lado de su
compañero milanista Filippo Inzaghi o junto al fiorentino
Luca Toni que no está pasando un buen momento y que aún
no ha marcado en el mundial pese a ser esta campaña el
máximo goleador de las ligas europeas.
"Lo que me ha disgustado es leer hoy en un medio informativo
italiano que Toni no se empeñaba, que no se entrenaba
al máximo. No es cierto. Como todos, siempre da el máximo.
Luchamos y jugamos todos por un mismo objetivo, que es llevar
a Italia al máximo", comenta.
"Es posible que, al llegar al mundial tras haber marcado
31 goles en liga, se le viera como el delantero que nos debía
llevar al triunfo en Alemania 2006. Como a cualquier delantero,
no marcar hace que se te caiga el mundo encima, pero Luca
será fundamental en los próximos partidos", añade.
Ante Australia, Gilardino considera "muy importante la cuestión
mental": "Debemos preparar especialmente este factor mental
y ser más concretos y determinados. Tenemos grandes ganas
de ir adelante, pues además desde hace tiempo Italia
no está en unos cuartos de final".
"Pero hay que respetar a Australia, un equipo determinado,
bueno físicamente. Pero que tiene su punto débil",
dijo un Gilardino que no ahondó sobre cual era esa debilidad
oceánica.
Del seleccionador australiano, el holandés Guus Hiddink,
quien hace cuatro años entrenando a Corea de Sur eliminó
al combinado italiano en el mundial 2002, afirmó: "Todos
sabemos la calidad que tiene, que prepara y estudia muy bien
los partidos. Con el Milán me he enfrentado a él
(PSV Eindhoven) y siempre nos ha puesto en dificultad".
Asimismo, habló de los jugadores australianos Zeljko
Kalac, Marco Bresciano y Vince Grella, el primero su compañero
en el Milán y los otros dos con los que coincidió
en el Parma, dice: "Kalac es un gran portero, que ha tenido
este año por delante a Dida, pero cuando ha tenido su
oportunidad ha demostrado su valía".
"Marc es más ofensivo que Grella, este un jugador más
a lo Gattuso pero con otras cualidades", añadió
Gilardino.