Elche.- España mostró una mejor
imagen en el segundo partido de preparación antes del
Mundial, ante Egipto, en un partido en el que, pese a tener
lagunas en su juego en algunas fases del encuentro, el equipo
nacional español exhibió una mejor circulación
de balón que en el primer ensayo ante Rusia, lo que unido
a los dos goles que marcó le dieron la victoria por 2-0.
Luis Aragonés dispuso sobre el campo un once con un
sólo cambio con respecto al partido del pasado fin de
semana: la entrada de Raúl González por Luis García,
mientras que el resto repetía con el mismo dibujo del
4-3-3, reseñó Efe.
España transmitió mejores sensaciones en el inicio
que en Albacete. La fluidez con la que viajaba el balón
en el centro del campo y la conexión con los puntas fue
notablemente superior que en la primera de las pruebas previas
al Mundial.
Un fuerte disparo desde fuera del área de Antonio López
no pudo ser atajado por el guardameta El Hadari y el balón
rechazado fue cazado por Raúl para abrir el marcador
al poco de superarse los diez minutos de partido.
Sin embargo, el gol varió el panorama. España con
el paso del tiempo perdió fluidez y permitió al
equipo de Hassan Shehata que llegase a las inmediaciones del
área de Iker Casillas, aunque la firmeza defensiva del
equipo español evitó
trabajo a su guardameta.
La falta de creatividad en el centro del campo se tradujo
en el segundo tiempo en la entrada de Xabi Alonso y Xavi Hernández
que ocuparon el puesto de David Albeda y Marcos Senna. Además,
el tercer cambio en bloque en el descanso fue el de José
Antonio Reyes por David Villa.
Precisamente, Reyes asumió pronto un gran protagonismo
en el partido, al ejecutar magistralmente un lanzamiento de
falta directa que supuso el segundo gol español.
España recobró la alegría y frescura en su
juego. Con Xabi Alonso por el medio y Xavi y Cesc a su lado
el combinado nacional impuso su ley en la línea de creación.
Las llegadas a la meta rival comenzaron a sucederse. La circulación
del balón en el equipo español fue una de las notas
más destacadas de la segunda parte, una labor a la que
también contribuyó Andrés Iniesta, que reemplazó
a Cesc Fábregas.
En el último cuarto de hora Egipto puso por fin a prueba
a Casillas, aunque el portero español resolvió con
un portentosa intervención un peligroso remate de cabeza
de Abdrabu y otra brillante parada a otro lanzamiento desde
fuera del área de Ali.
Sin embargo, España, salvo estos dos sobresaltos, se
mantuvo firme en su juego defensivo y además en la recta
final del choque gozó de ocasiones para marcar, con una
actuación destacada en este apartado para Luis García.