Quinta presencia consecutiva
A pesar de que el fútbol no es un deporte popular en Estados Unidos, su selección ha conseguido su quinta participación consecutiva para un Mundial. Excepto como país organizador el año 1994, en el resto de casos se ganó su pase en las calificacones de la zona Concacaf y, en esta última ocasión, como líder final. Los norteamericanos sólo perdieron dos partidos en sus visitas a México y Costa Rica y cedieron un empate en Guatemala. El equipo, que llegó a los cuartos en la pasada Copa del Mundo asiática, repite con el entrenador Bruce Arena y es ahora más experimentado, con algunos nuevos jugadores que despuntan.
Hace cuatro años, sólo se inclinó en cuartos 1-0 ante los futuros subcampeones, Alemania, pero antes había derrotado a Portugal e igualado con los anfitriones Corea del Sur. El Mundial que acogió sirvió para recuperar el campeonato nacional, con el nombre de Major League Soccer (MLS), después de que hubiera desaparecido, y para impulsar una nueva generación de futbolistas que también han desembarcado en Europa.
Entre la MLS y Europa
El gran conductor de la selección es, no obstante, Landon Donovan, un centrocampista ofensivo que forma parte de Los Angeles Galaxy, últimos ganadores de la Liga estadounidense. Para las series calificatorias, Arena ha contado asimismo con el experimentado portero Kasey Keller (Borussia Moenchengladbach alemán), el defensa Carlos Bocanegra y el delantero Brian McBride (Fulham inglés), el centrocampista Claudio Reyna (Glasgow Rangers escocés) y los también atacantes DaMarcus Beasley (PSV Eindhoven holandés) y Conor Casey (Maguncia alemán).
A ellos, se suman el veterano central Eddie Pope (Real Salt Lake), el mediocampista Santino Quaranta (D.C. United de Washington) y los jóvenes goleadores Eddie Johnson (Dallas) y Taylor Twellman (New England Revolution). El seleccionador ha usado hasta 70 jugadores durante la fase preparatoria e, incluso, ha llamado al adolescente Freddy Adu, que, con 16 años, se convirtió, en enero de 2006, en el más joven jugador en debutar con el equipo nacional. Este habilidoso delantero, nacido en Ghana, ha pasado de los equipos inferiores del país africano a la absoluta norteamericana.
Arena, que puede alardear de la reciente Copa de Oro de selecciones de la zona Concacaf, conseguida el año 2005, después de la que ya obtuvo en 2002, se enfrenta a uno de los grupos más difíciles, el E, junto a Italia, la República Checa y, precisamente, Ghana. Si sus pupilos pasan adelante, incluso puede soñar en emular la semifinal de Estados Unidos de 1930, en el primer Mundial de Uruguay, el mejor puesto de los estadounidenses.
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