Por el estado de devastación en que había quedado
Europa tras la Segunda Guerra Mundial, Brasil fue el país
encargado de organizar el evento, el único que presentó
su candidatura. Este campeonato otorgaría por primera
vez la Copa Jules Rimet, llamada así en honor a uno de
los grandes artífices de la creación de la competencia.
Tras una etapa de clasificación en la que hubo varias
acusaciones de irregularidades, en la copa participaron sólo
13 países: 7 americanos y 6 europeos. Las principales
potencias europeas no acudieron debido a que la guerra había
impedido el normal desarrollo de los torneos nacionales durante
seis años. Por primera vez participaron las selecciones
británicas, y la India se retiró de la competición
porque la FIFA no permitió que su equipo jugara descalzo.
El torneo se jugó en seis ciudades y siete estadios:
Belo Horizonte (2), Curitiba, Porto Alegre, Recife, Sao Paulo
y Río de Janeiro, ésta última sede del Maracaná,
el estadio más grande del mundo, con capacidad para albergar
a unos 220 mil espectadores y especialmente construido para
la cita mundialista.
Se crearon cuatro grupos: dos de 4 equipos, uno de 3 y uno
de 2, clasificando el primero de cada uno. Los cuatro finalistas
chocaron entre ellos en la fase final para determinar el campeón.
Brasil desarrolló un juego espectacular en esta fase,
en la que aplastó sin problemas a Suecia (7-1) y España
(6-1). En el último juego tenía que enfrentarse
a Uruguay, que venía de vencer por la mínima diferencia
a Suecia (3-2) y empatar con España (2-2). Un empate
habría bastado para que los anfitriones se titularan
campeones. Los diarios del país carioca publicaron titulares
en los que daban a Brasil como dueño de la copa ante
la superioridad que había exhibido en sus encuentros.
El capitán de la selección charrúa, Obdulio
Varela, forró con ejemplares de esos periódicos
las paredes del hotel donde se hospedaba el equipo, para incentivar
y levantar la moral de sus compañeros. Y dio resultado.
En un estadio de Maracaná colmado por más de 174
mil almas brasileñas, el equipo uruguayo consiguió
batir a la canarinha con marcador de 2 goles por 1, evitando
la consecución del título brasileño en su sede,
en un partido conocido a lo largo de la historia como "El
Maracanazo".
Tras la derrota, todo Brasil vivió una especie de luto
que se prolongó por semanas. Los jugadores de la selección
fueron humillados y desterrados de cualquier actividad futbolística
en su país. Ni siquiera el brasileño Ademir, quien
fue el líder goleador con 9 tantos, obtuvo el reconocimiento
merecido.
En Uruguay, el "inesperado" bicampeonato se convirtió
en el más importante logro deportivo de la historia.
Máximo goleador: El brasileño
Ademir, quien fue el líder goleador con 9
Goles: Se convirtieron 84 goles en 22 encuentros,
para un promedio de 3,8 goles por partido.
Asistencia en los estadios: Al cierre del
evento, se estimó en 1.337.000 el número de espectadores
que acudieron a los juegos, superando por primera vez el millón
en una Copa Mundial.