Tras la creación de la Federación Internacional
de Fútbol Asociado (FIFA) en 1904, ésta disciplina
tuvo que esperar hasta 1924 para ser considerada deporte olímpico.
Cuatro años más tarde, representantes del máximo
ente futbolístico decidieron realizar un torneo independiente
de las Olimpiadas. Así nació el mundial de fútbol.
La sede escogida fue Uruguay, pues había sido el país
ganador de la medalla de oro en las Olimpiadas de París
1924 y Ámsterdam 1928. Los tres estadios utilizados para
la cita fueron Pocitos, Parque Central y el Centenario, todos
ubicados en la capital Montevideo.
En el torneo participaron nueve selecciones americanas (Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, México, Paraguay,
Perú y Uruguay) y sólo cuatro europeas (Bélgica,
Francia, Rumania y Yugoslavia) debido a que muchos clubes
se negaron a ceder sus jugadores por la crisis económica
mundial y el largo viaje por barco que había que hacer
para llegar a América.
El sorteo de los grupos se realizó luego de que los
equipos llegaron a Uruguay, para asegurar la participación
de todos. La ronda clasificatoria constó de un grupo
de cuatro equipos y tres grupos de tres equipos cada uno.
El líder de cada grupo clasificaba a semifinales.
El primer gol de la competición lo marcó el francés
Laurent en el juego inaugural, en el que los galos se impusieron
a México con marcador de 4 goles por 1. Su compañero,
el arquero Thepot, también quedó en la historia
pero como el primer jugador lesionado en abandonar el campo,
en una época en que todavía no existían las
sustituciones.
Argentina y Uruguay mostraron su superioridad venciendo sin
problemas a los rivales que enfrentaron en la primera ronda;
en semifiniales ambos golearon con marcador idéntico
de 6 goles por 1 a Estados Unidos y Yugoslavia, respectivamente.
Estos equipos suramericanos reeditaron la final de los Juegos
Olímpicos de Ámsterdam 1928, en la que se impusieron
los uruguayos. En un reñido encuentro que comenzó
dominando Argentina, los charrúas vinieron de atrás
para imponerse con marcador de 4 goles por 2, ratificando
así su supremacía en el balompié mundial.
Los campeones mundiales recibieron un trofeo llamado "La
Copa de Oro" el cual había sido diseñado por el
artista francés Abel Lafleur.
Máximo goleador: Fue el argentino Guillermo
Stabile, con 8 goles en cuatro partidos, siendo además
el primero en marcar un hat-trick (3 goles) frente a México
en victoria de 6 goles por 3.
Goles: En los 18 partidos realizados se marcaron
70 goles, para un promedio de 3,88 goles por encuentro.
Asistentencia a los estadios: Acudieron
alrededor de 434.500 fanáticos a los juegos.