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(Foto AP)
Berlín.- El seleccionador alemán Jüergen
Klinsmann parece haber bajado el ritmo de los entrenamientos
para la semifinal contra Italia y concentrar sus esfuerzos en
la regeneración de sus jugadores, tras el duro partido
contra Argentina, y en afinar algunas cuestiones tácticas,
reseñó Efe.
El entrenamiento que estaba planificado para la tarde de
ayer fue sorpresivamente cancelado y reemplazado por una práctica
sin pelota en el gimnasio en la que es de esperar que cada
jugador trabaje al ritmo que consideren conveniente los preparadores
físicos.
El sábado el trabajo también se había limitado
al gimnasio y a la regeneración y, en este último
punto, hay especial concentración en el capitán
Michael Ballack, que terminó el partido contra Argentina
con calambres, y en el goleador Miroslav Klose, que sufrió
un hematoma en la pantorrilla por un choque contra el portero
Roberto Abbondanzieri.
¿Cambiar o no?
No obstante, el segundo entrenador, Joachim Loew, aseguró
que Ballack y Klose no tendrán ningún problema
para jugar mañana.
Hasta ahora, Klinsmann ha mantenido en todos los
partidos un equipo base claro, lo que ha llevado a
que la mayor parte de los jugadores tengan muchos
minutos de juego a sus espaldas.
Esto último ha hecho que surja la discusión
de si, para la semifinal, no convendría inyectarle
"sangre fresca" al equipo y hacer algunos cambios
en la formación titular.
Uno de los candidatos a entrar sería el
centrocampista Tim Borowski que se negó a
entrar en comentarios al respecto del cambio.
"Naturalmente no tendría nada en contra,
pero no sé nada", aseguró el jugador,
que participó decisivamente en la jugada
del gol del empate contra Argentina.
En reserva
Tampoco el segundo entrenador Joachim Loew quiso abordar
la cuestión y dijo que Alemania mantendrá
su costumbre de guardar reserva sobre decisiones
tácticas.
No obstante, las posibilidades de que
vaya a haber cambios notables son escasas
pues Klinsmann ha mostrado ya su tendencia
a apostar por el equipo que se ha venido
compenetrando a lo largo del torneo y
sólo ha introducido variaciones forzado
por lesiones o para responder a situaciones
determinadas durante un partido concreto.
El partido contra Italia se prepara
desde una nueva situación, pues
Alemania ha logrado su meta mínima
que era la de alcanzar las semifinales,
pero los jugadores no creen que ya se
puedan dar por satisfechos con lo alcanzado.
"En los ojos de cada jugador se ve
que estamos hambrientos. Queremos
obtener el triunfo para el que hemos
trabajado", aseguró Borowski.
El nuevo obstáculo en el camino
hacia el título mundial, Italia,
es un equipo difícil que históricamente
le ha complicado las cosas y más
recientemente, en marzo pasado,
les propinó una goleada que
marcó la hora más baja
de la era Klinsmann. Todos pretenden
haber pasado la página de aquel
partido en el que no quieren pensar.
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