Konigstein.- El delantero Ronaldo parece haber superado una última prueba camino a su consagración. En la sesión de ayer finalmente logró curarse de sus ampollas y con 48 horas de descanso podría pisar nuevamente con tranquilidad y usar sus zapatos. Las ampollas en los pies de Ronaldo por unas zapatillas nuevas de la firma Nike despertaron preocupación en la selección, pero tras un tratamiento de recuperación basado en el uso de cremas cicatrizantes, el brasileño se encuentra en condiciones de jugar. "El doctor me dio una pomada potente que me ayudó en la recuperación", dijo, riéndose un poco de su problema. Y es que el galeno José Luis Runco señaló que le suministró una medicina milagrosa para solucionarle la afección. "Tengo tres o cuatro ampollas en el pie izquierdo y dos en el pie derecho. Una, en el pie izquierdo, realmente me lastimó", dijo el delantero. Las ampollas estaban en carne viva, pero el efecto cicatrizante fue casi inmediato. Ronaldo debería, sin embargo, conservar reposo de 48 horas, utilizando calzados más ligeros. A pesar de esto, el médico fue tajante al afirmar que "si tuviese que jugar hoy, estaría listo para hacerlo de inmediato". El susto ocasionado por Ronaldo sucede al de la baja por lesión del defensor Edmilson, del Barcelona. "Estoy preocupado como cualquier brasileño", dijo el doctor Runco, tras destacar que su función en la recta final de la preparación de Brasil con vistas al Mundial es "evitar lesiones y buscar las mejores condiciones para que los jugadores puedan desempeñarse." Zapato culpable "Especialistas señalan el zapato como culpable por las ampollas que sacaron a Ronaldo del amistoso", reseñó el diario Lance en un amplio análisis sobre las posibles causas del problema. Nike de Brasil envió a la prensa una nota afirmando que el modelo de zapatos deportivos fue desarrollado en asociación con el propio Ronaldo, quien le proporcionó al fabricante "informaciones y detalles" para crear un calzado "que ayudase a mejorar su desempeño en el campo". El popular diario Extra se hizo eco del problema y entrevistó a un grupo de jugadores aficionados de los que suelen jugar descalzos en las barriadas cariocas. Una crisis se desató en varios medios sobre la conveniencia o no de estos modelos para el equipo brasileño.