Lisboa.- La liga inglesa estaba a punto de comenzar en agosto de 2003, cuando el Manchester United contrató a un joven portugués de 18 años, Cristiano Ronaldo, poco conocido aunque no para Alex Ferguson, el entrenador del club inglés, que durante cuatro años lo había seguido de cerca. Si bien varios clubes se habían interesado en él, fue finalmente el Manchester quien le fichó por 22,2 millones de euros. Entonces su sueldo se multiplicó por 100 y pasó de 390 a 40.000 euros semanales. En adelante, este jugador y su gambeta espectacular causan sensación y hasta podrían reemplazar en el corazón de los aficionados a David Beckham, que se fue al Real Madrid. Hábil con ambos pies, Cristiano Ronaldo es un jugador polivalente. Esas cualidades no pasaron inadvertidas para Luiz Felipe Scolari, el seleccionador brasileño de Portugal, que lo convocó para un partido contra Kazajistán, en agosto del 2003, cuando acababa de cumplir 18 años. Nacido en Funchal, en la isla de Madeira, el portugués descubre el fútbol en el FC Andorinha, donde trabaja José Dinis Pereira, su padre. Su nombre, Cristiano Ronaldo, es un homenaje al fallecido ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan. Tras un tiempo en el Marítimo Funchal, el club de su ciudad natal, Cristiano Ronaldo pasa por el Nacional Madeira, otro gran club del archipiélago. Destaca tanto que los grandes equipos portugueses se interesan por él. El Sporting lo reclama y llega a Lisboa a los once años. Si bien sus estudios son bastante caóticos (notas mediocres, sanciones por conducta agresiva y hasta el abandono de la escuela), su progresión deportiva es muy rápida. Con 16 años, el entrenador rumano del Sporting, Laszlo Boloni, propone al joven prodigio pasar al equipo profesional. Pero los resultados de los exámenes de motricidad se lo impiden. Su debut no será hasta dos años después. Después de un año, 25 partidos y 3 goles en el campeonato portugués llega al Manchester United, donde lo más difícil será adaptarse "a la comida y al clima". En la Eurocopa 2004, el portugués confirma su talento y se consolida como una de las nuevas estrellas del fútbol europeo y con dos goles lleva su país a la final. Hoy en día se consolida como una de las grandes figuras que dará brillo a este Mundial. Sus jugadas, su velocidad y el ímpetu que muestra cada vez que pisa la cancha deleitarán al mundo. Ha jugado 29 veces con camiseta de la selección y lleva 9 goles en ésta, desde que en el 2003 debutó ante Kazajistán. Su carácter explosivo tiende a quedar disipado cuando juega ante los grandes y esto sin duda le beneficiará a él y al equipo. El técnico Luis Felipe Scolari cuenta que él como figura en el ataque lusitano y sabe que será pieza fundamental al momento de sacar las cuentas ante los mexicanos, iraníes y angoleños. Su labor como mediapunta ha rendido frutos a la selección de Portugal a lo largo de la eliminatoria. La producción debe incrementarse en la Copa del Mundo. Al menos eso esperan en su tierra natal.