Hasta hace unos días Franck Ribery era un desconocido; con su actuación en el Mundial y la ayuda que ha brindado a la selección de Francia, comienza a ser considerado la nueva figura del fútbol galo, el sucesor de Zinedine Zidane.
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(Foto AFP/archivo)
Berlín.- La generación dorada francesa se
prepara para asaltar el muro defensivo italiano, pero al mismo
tiempo guarda en la manga un as, el delantero Franck Ribery,
no tan conocido como Thierry Henry.
Hace ocho años, cuando Ribery tenía quince, celebraba
el triunfo en el Mundial de 1998 de los que son ahora algunos
de sus compañeros.
Hoy, el delantero del Marsella intentará celebrar
desde adentro, con Zinedine Zidane como patrón, que
adoptó desde el primer día al joven "Cara Cortada".
La cara de Ribery está marcada por una enorme cicatriz,
que le llegó tras salir despedido del auto que conducía
su padre cuando apenas tenía dos años, reseñó
AFP.
"Franck es alguien que marca el espíritu del equipo
cada vez que juega. Será alguien importante en
el fútbol", predijo Zidane.
Eric Abidal es otro que rinde tributo al nuevo jugador
de los Bleus. "Cada vez que juega, aporta frescura,
vivacidad y técnica al equipo. Crea muchas ocasiones.
Pienso que es bueno para el equipo, empuja al equipo
hacia adelante sin tener en cuenta cuántos minutos
está en el campo", dijo el defensa del Lyon.
Su explosiva velocidad ha dado aire fresco a la
selección francesa. Utilizado como una especie
de comodín en varios partidos adaptándose
a las necesidades del equipo, se ha beneficiado
de un conjunto sólido en defensa que le permite
tomar más libertades.
Un inteligente pase suyo a Patrick Vieira dio
el primer gol a Francia contra Togo, y dio la
razón a los que le llaman el nuevo Zidane.
Su gol ante España abrió la cuenta a
la victoria por 3-1.
Tras recibir el balón de Vieira, ganó
por velocidad a los defensas españoles
y sorteó a Iker Casillas para marcar a
puerta vacía.
Ribery celebró su primer gol con Francia
en su séptimo partido con la selección.
Expulsado de un centro de entrenamiento
de Lille, estuvo tres años sin hacerse
un hueco en el fútbol francés,
hasta que se hizo un sitio en el Metz.
Después de cuatro partidos con el
Metz, fue seleccionado con el equipo francés
sub-21, y tras seis meses en ese equipo
del noreste de Francia, jugó en el
turco Galatasaray, regresando tras medio
año al Marsella.
Debido a su buena temporada en el Marsella,
el cinco veces campeón de Francia,
el Lyon, está interesado en contratarlo.
Thierry Henry dijo tras su debut
ante el combinado de México:
"Es un chico que no tiene miedo, que
provoca. Cada vez que tiene la pelota,
quiere atacar. Para un defensa, es
una pesadilla".
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