ESTEBAN ROJAS

EL UNIVERSAL

Italia y Francia serán los protagonistas de la final del domingo en el Olympiastadion de Berlín. Será un duelo entre equipos que tienen como fortaleza su capacidad para reducir a la mínima expresión el juego rival, pero con capacidad suficiente para montar un ver dadero espectáculo ofensivo. El "catenaccio" es la principal referencia de la azzurra, con un portero como Gianluigi Buffon y una defensa sólida encabezada por su capitán, Fabio Cannavaro. Apenas ha permitido un gol en todo el Mundial y fue anotado por Cris tian Zaccardo en propia meta. Pero eso no significa que el técnico Marcello Lippi renuncie por completo al balón. Andrea Pirlo y Francesco Totti garantizan técnica y buen toque. Eso fue su sello en los triunfos ante Ucrania en octavos de final (3-0) y Alemania en la semifinal (2-0). Francia, a su vez, despertó de su letargo y ha silenciado las críticas con Zinedine Zidane en plan estelar, bien escoltado por Claude Makelele y Patrick Vieira en el mediocampo _la verdadera clave de su éxito_ y por Lilian Thuram y William Gallas en la defensa. Despedir a Zidane, quien se retira tras el Mundial, con un segundo campeonato mundial para los "bleus" es el objetivo ante una Italia ansiosa de repetir la hazaña de España 82.