La desoladas calles, con el Vaticano al fondo, durante el juego (Foto AP)
Los "focos" principales de seguimiento del partido se vivieron
especialmente en el Circo Massimo de Roma y en la Piazza del
Duomo de Milán. Allí, y en sus alrededores, hubo quien
hizo su negocio con la venta de banderas italianas y de trompetas.
Curioso fue lo ocurrido en la Piazzetta de la turística
isla de Capri, donde los restaurantes y bares, que habían
instalado televisores, ya tenían casi agotadas sus reservas
desde hace varios días. Muchos de los puesto los ocupaban
turistas alemanes.