La policía alemana detuvo a 236 aficionados considerados
violentos con motivo del partido Inglaterra-Portugal celebrado
el sábado, según el balance presentado ayer por las
fuerzas de seguridad.
De los aficionados detenidos en Gelsenkirchen, 116 son británicos
y 78 alemanes. "Conseguimos detener a tiempo a los vándalos
antes de que pudieran causar males mayores", dijo un portavoz
policial.