ESTEBAN ROJAS

EL UNIVERSAL

El éxito de Italia en ruta a las semifinales del Mundial de Alemania 2006 tiene a su portero Gianluigi Buffon como clave, todo un líder con su seguridad bajo los tres palos. Y es que las semifinales de la Copa del Mundo no solamente presentan a goleadores como Miroslav Klose y Luca Toni o a talentosos organizadores como Zinedine Zidane y Luis Figo, sino también a cuatro magníficos guardametas en las figuras de Buffon con la azzurra, Jens Lehmann con Alemania, Ricardo con Portugal y Fabien Barthez con Francia. Ninguna de sus selecciones habría llegado tan lejos sin ellos custodiando el arco. Incluso Lehmann y Ricardo se vistieron de héroes en los cuartos de final para guiar a germanos y portugueses en la temidísima tanda de penaltis. Todos recibieron la confianza de sus técnicos aun cuando el mundo se les venía encima y luego respondieron como saben: aportando tranquilidad a sus compañeros con su solvencia. El premio a su desempeño puede ser la Copa del Mundo. Buffon es quien tiene la llave del "catenaccio" de Italia, el arquero sobre el cual se ha instalado su insuperable sistema defensivo en esta ocasión. Apenas un gol en contra en todo el Mundial es su balance y fue marcado por uno de sus compañeros: Christian Zaccardo. Fue sólo un accidente. Mañana, en Dortmund, tendrá enfrente a la dupla Miroslav Klose-Lukas Podolski y también a su colega Lehmann. Sí, porque Lehmann relegó a la banca a un símbolo como Oliver Khan gracias a su gran trabajo con el Arsenal y la decisión de Jürgen Klinsmann fue acertada. Mostró su sangre fría en los cuartos de final, frenando en Berlín a una Argentina que tenía rostro de se rio aspirante al campeonato. Y si de frialdad se habla, Ricardo es un gran ejemplo. El técnico de Portugal, Luiz Felipe Scolari, apostó por él desde la Eurocopa 2004. Y ganó. Fue un muro en los lanzamientos desde el punto penal contra Inglaterra bloqueando tres disparos _récord en un Mundial_, repitiendo lo que ya le había hecho a los mismos británicos en la Eurocopa. Se verá ante la Francia de Zidane, Thierry Henry y, cómo no, Fabien Barthez. El arquero galo es capaz de cualquier cosa. Puede deslumbrar como nadie o cometer uno de esos errores que también lo han hecho famoso. Es una verdadera incógnita. Sin embargo, Barthez tiene algo que le envidian tanto Ricardo como Buffon y Lehmann: es el único que puede decir que sabe lo que es ser campeón mundial. Lo hizo con los "bleus" en 1998. Y tam bién conquistó una Eurocopa. Los cuatro están en las semifinales. Y si van a los penaltis no todo será una lotería.