Herzogenaurach.- El silencio y la tristeza marcaron el clima del último día en la concentración argentina en la pequeña población de Herzogenaurach tras la eliminación del equipo de José Pekerman en el Mundial 2006 en cuartos de final ante Alemania, reseñó AFP. Sumidos en la decepción y mascullando bronca porque Argentina estuvo a diez minutos de pasar a semifinales, Roberto Ayala, Pablo Aimar, Javier Saviola y el capitán Juan Pablo Sorín abandonaron el campamento argentino sin hablar con la prensa. "Los jugadores están todos muertos (caídos)", sintetizó Gabriel Batistuta el estado de ánimo de los albicelestes a quienes visitó ayer tras la eliminación ante Alemania en la tanda de penales. El goleador histórico de Argentina (57 goles) agregó que fue a visitar al plantel "para acompañar a los muchachos en un momento difícil". Pekerman tampoco quiso dialogar con la prensa porque "todo lo que tenía que decir lo comunicó el viernes" cuando anunció su alejamiento tras dos años de gestión, dijo una fuente de la selección. Sólo el portero Roberto "Pato" Abbondanzieri se sobrepuso al impacto por la salida anticipada. "Estamos tranquilos por la actuación y un poco de luto por la forma de irnos", dijo a la prensa. Pese a la eliminación y a que salió lesionado en el minuto 70 por un fuerte golpe en la cadera, sostuvo que "me fui muy contento con mi actuación y por todo lo logrado por esta selección, aunque queríamos llegar hasta el último día". La puerta del hotel de una conocida marca de ropa deportiva donde se alojó la selección argentina lucía semidesierta y sólo había algunos hinchas apesadumbrados y periodistas que hicieron una extensa guardia para obtener reacciones luego de la eliminación. Tal vez para no hacer leña del árbol caído, un dentista descolgó de la ventana de su consultorio un irónico cartel que había instalado a 30 metros del búnker albiceleste: "30-6-06 (fecha del partido con Alemania). Chau Argentina". Con las maletas cargadas por la decepción de haber desperdiciado una nueva oportunidad, el resto del plantel argentino viaja hoy desde Múnich hasta Madrid y desde allí a diferentes destinos.