La ciudad de Fráncfort se "disfrazó" de "canarinha"
para el partido de cuartos de final entre Brasil y Francia,
no por falta de afición "bleu" sino porque los anfitriones
apostaron por los suramericanos..
Unas 70.000 personas llenaron la milla del aficionado,
en dicha ciudad, entre las que dominaba claramente el verde
y amarillo de Brasil. También los gritos de apoyo a Portugal
se escucharon en el partido ante Inglaterra.