Berlín.- Ronaldinho pide alegría. Para Ronaldo, para el equipo, para él mismo. Pero dicen que el gol es la alegría del fútbol. Y Ronaldinho no lo encuentra por ninguna parte. Hace un año que el astro brasileño no marca con la selección. En el Barcelona los goles se suceden, pero con Brasil no llegan. ¿Es feliz Ronaldinho en la verdiamarilla? "Ojalá yo pueda marcar", dijo el jugador como buscando ese soplo de alegría que le falta a él y a su selección. El "jogo bonito" que tantos han reclamado y que no se ha visto en su totalidad en la cancha. Su función es dar los pases, repite una y otra vez. Pero a quién le amarga un dulce. A quién le amarga un gol. Ronaldinho empezó el Mundial aconsejando a Ronaldo alegría. El "gordito" era el deprimido, el que necesitaba ánimos, no él. Pero Ronaldo llegó, marcó y rió. Como hace siempre en los mundiales. Ya es el máximo goleador histórico en el torneo más importante sobre la Tierra, por encima de todos los demás y amenaza con agregar más tantos a su cuenta. Eso hace feliz a Ronaldinho, sin duda. Pero el jugador del Barcelona fue a Alemania con la marca del ganador. Con el premio FIFA, con el Balón de Oro, con la Liga de Campeones. Su presencia es la más solicitada, su camiseta la más vendida, sus gestos los más imitados, sus regates los más esperados por la afición que ve con preocupación que el ídolo no está, ni mucho menos, en su mejor momento. Y sin embargo, no encuentra el gol. No encuentra la alegría y su juego es deslucido, insulso, intrascendente incluso. Y qué hay peor para el mejor del mundo que la intrascendencia. "Todo gran jugador puede crecer", advirtió Parreira. Francia puede ser mañana el escalón al que subirse. Pero quizá necesita un gol. De momento el jugador se la ha visto poco en la cancha y su ingenio, aquel que desbordó cuando impulsaba al Barcelona hacia el título en España, no ha tenido siquiera destello perdurables en este Mundial. Brasil quiere, aspira, anhela que la alegría regrese a los pies de Ronaldinho y con ella los goles que le devolverán nuevamente su sonrisa.