ESTEBAN ROJAS EL UNIVERSAL

Brasil y Francia vuelven a encontrarse en un Mundial. El escenario será Fráncfort esta vez, pero el recuerdo de la final de Saint Dennis estará fresco a pesar de los ocho años que han transcurrido desde entonces. Y es que Ronaldo y Zinedine Zidane, principales protagonistas de aquel 3-0 a favor de los galos para definir el campeonato mundial, siguen siendo hoy figuras clave para sus respectivas selecciones. Brasileños y franceses se juegan el pase a la semifinal en un partido que se presenta como una revancha. Eso es después de todo, aunque Ronaldinho _un jovencito en esos días_ diga que la cuenta está saldada con el pentacampeonato en Corea-Japón 2002. Zidane, Lilliam Thuram, Patrick Vieira, Fabien Barthez, David Trezeguet y Thierry Henry son los sobrevivientes de los campeones del 98; mientras Ronaldo, Roberto Carlos, Cafú, Dida y Zé Roberto formaban parte de la canarinha. Emerson quedó marginado entonces por una lesión. Algunos eran suplentes, pero esta tarde saldrán todos como titulares y de seguro no piensan igual. El conjunto de Carlos Alberto Parreira sale como favorito con un Ronaldo que ha recuperado su instinto asesino imponiendo un nuevo récord en la Copa del Mundo con 15 goles. Francia, por su parte, está lejos de ser esa selección que deslumbró en casa, con un Zidane a las puertas del retiro, pero pensar que su jubilación es ya una realidad puede ser un error, como ya demostraron los hombres de Raymond Domenech al vencer 3-1 a España en octavos de final. "No estamos enfrentando a cualquier equipo. Ya fueron campeones, son experimentados y se crecieron en el Mundial en la hora precisa", advirtió un cauteloso Parreira. El entrenador de la canarinha espera por la recuperación del mejor Ronaldinho, aunque hasta ahora _a falta de "jogo bonito"_ le ha bastado con la contundencia de sus delan teros frente al arco rival. Las dudas son Kaká y Emerson a causa de problemas físicos y, aunque en principio saltarán al campo, podrían ser sustituidos por Juninho Pernambucano y Gilberto Silva. Por su parte, Domenech, si no hay sorpresas, insistirá con Thierry Henry como único delantero. Zidane por el centro y Florent Malouda y Franck Ribery por las bandas serán su apoyo, mientras David Trezeguet se mantendrá en el banco. El compromiso tiene un ingrediente adicional que le otorga una atmósfera muy especial: puede ser el último encuentro de Zidane. Al menos eso es lo que quiere Brasil. esrojas@eluniversal.com