Berlín.- El primer día se encerró en su habitación y no volvió a salir. El segundo regresó a los entrenamientos, casi mudo. Al séptimo, según reseñó DPA, no aguantó: "Ya no puedo más, tengo que hablar". Así se acabó la carrera de Graham Poll, hasta hace una semana uno de los árbitros mejor conceptuados del fútbol de Europa, pero retirado de la escena internacional tras el inexplicable error de mostrarle tres tarjetas amarillas al mismo jugador en el mismo partido, algo inédito en la historia de la Copa del Mundo. "Lamento mucho lo que pasó hace una semana", dijo el árbitro de 42 años a la cadena Sky Sports, al tiempo que admitió que hubo noches enteras en las que no durmió y en las que dudó de su capacidad. "Para mí es tiempo de cerrar este asunto. Nadie fue dañado por mi error, nadie murió". Pero antes de llegar a esas certezas, Graham Poll atravesó un pequeño calvario en la concentración de los árbitros en la ciudad de Fráncfort. "Los medios le hicieron la vida imposible", relató un hombre que vio el día a día de Poll desde el desastre del partido de Stuttgart, un empate 2-2 entre Australia y Croacia. Poll, que había arbitrado ya en el Mundial de Corea-Japón 2002 y en la Eurocopa de Portugal 2000, debutó como árbi tro internacional en 1997. La clasificación de Australia evitó una protesta y la repetición del partido. Poll, criticado abiertamente por la FIFA, ya no volvió a arbitrar más. El diario sensacionalista The Sun encontró a Simunic _el jugador que recibió las tres tarjetas amarillas_ en Croacia y se devaluó aun más la derruida imagen del árbitro. "Cuando me mostró la amarilla por segunda vez fue una confusión total. Incluso yo me olvidé, en medio de la tensión del partido, de que ya tenía una. Pero un minuto después un compañero de equipo me preguntó que cómo podía estar aún en el campo de juego, y entonces me di cuenta", relató. "Me acerqué a Poll y le dije que ya tenía dos tarjetas. No quiso hablar conmigo y me echó". Poll, un hombre que a lo largo de su carrera mostró ocho veces la roja en el último minuto del partido, lo reconoció. "Estaba tan cansado en el minuto 90... Vi el video y no parecía que fuese Graham Poll el que dirigía. Y ahora que lo vi en DVD se repite una y otra vez en mi mente. Pensé que iba a despertar, que era un mal sueño, pero es la realidad". Y esa realidad lo llevó a su decisión de hablar, tras recibir un mensaje del presidente de la FIFA, Joseph Blatter. "Animo, mantenga la cabeza alta, la vida sigue. Usted es uno de los mejores árbitros, pero entienda que teníamos que reaccionar", le dijo Blatter tras haberlo dejado fuera del Mundial calificando como "inaceptables" sus errores. Poll llegará mañana a Londres y la prensa espera. "Mentalmente ya no soy capaz de arbitrar más", concluyó Poll tras el error de su vida. Cree que sólo podrá hacerlo "en casa", lejos de los reflectores del Mundial. Pero quizás, tan optimista, esta vez se saca a sí mismo la amarilla de más.