Kaiserslautern.- Australia seguía ayer de duelo, sólo pocas horas después de que su selección quedara eliminada del Mundial de Alemania, tras un polémico penal convertido por Italia en el minuto 92. Apenas terminó el partido, que se saldó 1-0, los jugadores permanecieron en el campo, como en trance. Luego, se dirigieron a los vestuarios y lloraron desconsoladamente. Mientras, en Australia, los hinchas sentían que les habían robado un sueño, reseñó DPA. "Estoy desconsolado. Es cruel perder un partido de esta manera. El equipo fue muy valiente", dijo el primer ministro John Howard, quien incluso diplomáticamente calificó la decisión del árbitro español Luis Medina Cantalejo de "bastante discutible". Al igual que otros 2,2 millones de australianos, el jefe de Gobierno miró el partido y sufrió en Kaiserslautern. "Recibir un penal en el último segundo y no poder hacer nada después es lo peor y lo más duro que a uno le puede pasar", agregó Howard. "Estamos orgullosos de nuestros muchachos. Dieron lo mejor", dijo el entrenador Guus Hiddink, quien no logró consolar a sus jugadores. "En el vestuario comprendí lo que pasó", dijo el delantero John Aloisi. "Seguramente volverá a mirar la acción en la televisión con una taza de café y ahí verá que la decisión fue incorrecta", agregó Tim Cahill, mientras Scott Chipperfield sentenció: "Durante el Mundial no tuvimos mucha suerte con los árbitros".