Berlín.- Para cinco de los doce estadios mundialistas comenzó la cuenta regresiva: en Leipzig, Núremberg, Kaiserslautern, Colonia y Hannover bajará el telón después del último juego por los octavos de final. "Mientras algunos ya pueden celebrar los frutos del éxito, nosotros debemos poner nuevamente manos a la obra", dijo Stefan Hans, jefe de Finanzas y Logística del Comité Organizador, informó DPA. Ahora, hay que arreglar lo que rompieron los jugadores en algún momento de frustración. Así, por ejemplo, las marcadas huellas que dejó el francés Zinedine Zidane en una puerta de los vestuarios tras ser sustituido en los últimos minutos contra Corea del Sur. Después del último partido, cada estadio tiene tres días para arreglar cualquier daño o quitar las instalaciones destinadas sólo para el Mundial. "Es un nuevo desafío logístico", dice Hans, quien después del Mundial regresa a su puesto de director en el Ministerio de Finanzas de Maguncia. En los estadios se instalaron 19.000 sillas para periodistas, 7.680 pantallas de televisión, 3.300 lámparas de escritorio, 1.000 impresoras, 500 laptops, 250 faxs, 200 fotocopiadoras y mucho más, que debe ser devuelto, vendido o reciclado. "Podríamos reciclar todo y sería más sencillo. Pero es una lástima", indicó Hans. Probablemente sólo deberá ser cambiado el césped del estadio olímpico de Berlín. Al término del Mundial cada trozo de pasto de 20x30 centímetros será vendido a los hinchas por 75 euros (94 dólares). Ya está abierta la lista de pedidos.