MARIA JOSE REY PALERMO

EL UNIVERSAL

¡Qué bueno para Ucrania!, que hace historia clasificando por primera vez a los cuartos de final en su debut en una Copa del Mundo, pero lo mejor para los aficionados es que llegó la tanda de penales para sentir un poquito de emoción, en un partido que inyectó durante 120 minutos un somnífero de

00, y que terminó sentenciado por un 3-0 desde los doce pasos. Suiza era la única selección con la malla invicta en el Mundial de Alemania 2006, pero la efectividad culminó de cara al arco porque se marchó siendo incapaz de anotar, al marrar tres penaltis luego de terminados los 90 minutos reglamentarios más la prórroga. El partido aburrió hasta al suizo Joseph Blatter, presidente de la FIFA, quien estaba viendo la cancha _porque choque no hubo_ al lado del alemán Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador, quien sin duda pudo haberle gastado una broma si se despertó para ver la definición por penales. Nos devolvieron a la ronda de grupos con un partido insulso, que en nada se parece a un choque de octavos de final, con ambas selecciones resguardando el dibujo táctico y arriesgando muy poco. La falta de argumentos de ambos conjuntos fue total, hasta el punto de que las únicas verdaderas opciones de gol estuvieron en los primeros 20 minutos del encuentro. La primera insinuación vino por parte del suizo Raphael Wicky con un disparo fuera del área que obligó al portero Oleksandr Shovkovskyi, a pegarse un estirón, y sacarle la pelota que buscaba internarse por el palo derecho. Respondió Ucrania con su mejor arma, Andriy Shevchenko, quien cabeceó un centro contra el piso y al levantarse pegó en el travesaño de la portería defendida por Pascal Zuberbuehler. El atisbo de emoción terminó con el delantero suizo Alexander Frei con un tiro libre al borde del área que pegó en el ángulo del palo horizontal. Muy a lo David Beckham, pero sin su suerte. Dio lo mismo hablar del partido número 54 del Mundial, que decir que se enfrentaban Suiza y Ucrania. Realmente pocos esperaban recibir un bálsamo de fútbol con este encuentro, pero sin duda nadie pretendía dormir la siesta en octavos de final. Se midieron dos conjuntos que se enfrascaron en el juego en la media cancha, y que de cara al arco no dejaban caer una buena idea. Ninguno se equivocó para permitir un gol, pero tampoco mostraron ambición para ir más allá. Los penales suele decirse que son injustos, y esta vez lo fue más porque definió a un ganador cuando realmente ninguno lo merecía. Ahora Ucrania enfrentará a Italia en cuartos de final, y tomando en cuenta lo mostrado por la "squadra azzurra" en el choque ante Australia, no queda otra que advertir que para este partido sería bueno contar con una almohada. Puede ser necesaria.