GIAN PIERO ROVAGNATI G.

EL UNIVERSAL

La tricampeona del mundo, Italia, enfrenta hoy a su similar de Australia por el pase a los cuartos de final en un partido que se jugará en el Fritz Walter Stadion de la ciudad de Kaiserslautern. La selección azzurra es una constante en esta fase de los mundiales. Eso sí, siempre clasificando complicada y dramáticamente. Pero de ese tema hay poca tela que cortar, pues el mundo futbolístico está acostumbrado a ver a los azzurri enfrentando tal situación. Lo de Australia es algo totalmente distinto. Se clasificaron al Mundial tres décadas después de su debut y dieron la gran sorpresa al meterse en octavos de final. Su técnico Guss Hiddink está acostumbrado a realizar este tipo de milagros y ese mismo hecho le da un morbo especial a este partido ya que fue Hiddink quien eliminó a los italianos en Corea-Japón 2002. Italia ha sido constantemente criticado por su poca vocación ofensiva, pero su técnico Marcello Lippi ha sido un revulsivo en el estilo de juego italiano y es en sí uno de los entrenadores más ofensivos en Italia. Ante los oceánicos Lippi no se va a descuidar y seguramente saldrá con el 4-4-1-1 igual al que salió ante los checos. Pero esta formación es bastante engañosa ya que el mediocampo italiano es muy ofensivo. Pirlo será el director de la orquesta, Gatusso y Camoranessi destruiran el juego rival, pero el italoargentino es un correcaminos que no se límita sólo a defender sino que le gusta constantemente pisar el área rival en busca del gol. Totti, de quien se espera retome su nivel, servirá de enlace con Gilardino. Los australianos buscaran su opción en el contragolpe, apostando a sus figuras que militan en el fútbol ingles. Harry Kewell representa el corazón ofensivo de su equipo y tratará de escabullirse entre la pareja de centrales italianos. Los azzurri deben aprovechar que el camino es "sencillo" hasta la semifinal. Hoy será Australia y de ganar enfrentarían en cuartos al vencedor entre Ucrania y Suiza, rivales en teoría inferiores.