Bergisch.- Después de comenzar la Copa del Mundo arrastrando la manta y dejando una imagen muy pobre en los dos primeros partidos de Brasil, Ronaldo marcó sus dos primeros goles en el triunfo sobre Japón 4-1, con lo cual recuperó su sonrisa y la de 180 millones de brasileños. Y no es que Ronaldo esté cerca de su nivel de antaño, pero si estuvo metido en el partido. Tras bombardear sin suerte al arquero japonés en varias oportunidades, Ronaldo finalmente anotó su ansiado primer gol en Alemania, un cabezazo pegado al primer palo tras pase de Cicinho en los minutos de descuentos de la etapa inicial. Dentro de la cancha hubo una celebración grande y emotiva. Afuera, en las graderías, se escuchó el grito de "Ronaldo, Ronaldo, Ronaldo". El segundo del ariete de 29 años cerró la paliza brasileña a los 81 minutos, reseñó AP. Fueron sus goles 13 y 14. Con el 13 rebasó a Pelé en la tabla de máximos cañoneros brasileños en los mundiales y con el 14 empató al goleador histórico, el alemán Gerd Möller. Pelé presenció la proeza de su compatriota desde el palco de honor del estadio de Dortmund. "Es una marca importante (el haber pasado a Pelé), más nunca fue mi objetivo principal", manifestó Ronaldo. "Mi objetivo es ayudar a Brasil a ganar el sexto campeonato. No me procupan las marcas históricas". Los goles le vienen de maravilla a Ronaldo después de haber sufrido una serie de contratiempos en su salud y cuestionamientos por su supuesto sobrepeso durante los días previos. Al delantero le llovieron críticas por su pobre desempeño y sus detractores pidieron que fuese relegado a la banca. Pero el técnico Carlos Alberto Parreira confió en él y no se equivocó. Ronaldo dijo que "cada día estoy mejorando físicamente y en mi juego", y trató de tomar con cautela el emocionante momento. "Así como no había motivos de desesperación por mis actuaciones en los dos primeros partidos, ahora tampoco hay motivos para una euforia exagerada", señaló el jugador. Al final del dia el jugador descansó, mientras que sus compañeros Adriano, Juan y Gilberto, quizá pensando que Ronaldo era el centro de atracción, aprovecharon el día de asueto que les dio el técnico para ir de compras al famoso Koenignsallee. Sin embargo no pudieron pasar inadvertidos.