ESTEBAN ROJAS

EL UNIVERSAL

Que si estaba gordo. Que si el "Fenómeno" ya no existía más. Que si Brasil jugaba mejor cuando él era sustituido por Robinho. Pues bien, es hora de olvidar todo eso, porque Ronaldo marcó dos veces frente a Japón e igualó así el récord de Gerd Müller de 14 goles en la Copa del Mundo. Y por el camino quedaron atrás los 13 tantos del francés Just Fontaine y los 12 del "Rey" Pelé. Casi nada. ¿Cómo dudar de Ronaldo? Sí, es hora de los golpes de pecho, del mea culpa, porque el delantero de la canarinha lo hace de nuevo. Se levantó del suelo cuando las cosas parecían irle peor y silenció las críticas con goles, de la única forma que él sabe hacerlo, tal como sucedió después de aquella lesión de rodilla que amenazaba con acabar su carre ra. Ronaldo siempre vuelve. "En mi vida, la palabra más importante es la paciencia", declaró satisfecho el futbolista tras la victoria de 4-1 ante Japón en el cierre del Grupo F. Ronaldo llegaba a Alemania 2006 lleno de dudas, tras una irregular temporada en el Real Madrid (14 goles _suficientes para muchos otros, pero no para él_), y su imagen no mejoró nada luego del primer juego ante Croacia (triunfo de 1-0), pues se mostró totalmente ido del partido. Mejoró un poco contra Australia (2-0) y fue clave al dar el pase para la primera anotación, convertida por Adriano, pero tampoco convenció. Sin embargo, él sabía que tenía que esperar. El pitazo inicial del duelo frente a los nipones era una especie de "última oportunidad". ¡Vaya si la aprovechó! Inauguró su cuenta en Alemania 2006 al batir al portero Yoshikatsu Kawaguchi con un cabezazo. Pelé quedaba rezagado y Fontaine era igualado. Luego, se combinó con Juan al borde del área y disparó un derechazo para reventar las redes e igualar a Müller. Ahora, Ghana está en la mira. Su hijo, Ronald, estaba presente en el Westfalenstadion de Dortmund, sede del partido. "Me trajo mucha suerte, mucha paz", reconoció Ronaldo. Su hijo fue testigo de un momento dorado para el fútbol, junto a millones de personas. Es para sentirse afortunado.