Gabriel estudia tercer grado en el colegio Más Luz,
de Bello Campo, y según su padre "va superbien". Desde
hace cuatro años juega beisbol en el Santo Tomás de
Aquino: campocorto, segunda base y pitcher.
Como es fanático de la pelota, su familia suponía
que sus intereses se inclinaban más al beisbol, pero resultó
un verdadero devorador de revistas sobre fútbol con memoria
prodigiosa.
Su pronóstico era una final Alemania-Inglaterra, pero
ahora duda de los ingleses. No le gusta Italia, le ve esperanzas
a España y Argentina más o menos lo está convenciendo.
Lo único que le atrae de Brasil es Ronaldinho, porque es
del Barsa.